Anciano atrapa ataúd arrastrado por inundación

Anciano rescata ataúd arrastrado por inundación

La inundación histórica en Carolina del Sur está afectando incluso a los muertos. Un hombre arriesgó su seguridad cuando se metió en medio de las aguas residuales para recuperar un ataúd que flotaba lejos de un cementerio en Ridgeville.

Testigos dijeron que iban a ponerse en contacto con la funeraria que presuntamente ubicó el ataúd para que viniera a recuperarlo.

Pero Wayne Reeves dijo que estaba cansado de esperar a que alguien más hiciera algo, por lo que entró en el agua y atajó el ataúd. "La familia de alguien por ahí, la familia está sufriendo. Su familiar apareció y creo que es humano hacerlo", aseguró Reeves quien es ministro en la iglesia New Life.

En el ataúd yace una mujer quien fue enterrada en mayo. Algunos familiares presenciaron la acción de Reeves y dijeron que rezaban para que el Señor lo protejiera porque podría haber serpientes en el agua o cualquier otro animal. 

Gente de la zona dijeron que no era la primera urna que han visto flotando lejos del cementerio desde que la inundación se inició el pasado fin de semana. Otro ataúd fue recuperado por personal del condado de Dorchester cerca ahí y dijeron que supuestamente los dos pertenecen a un matrimonio.

Mira en fotos la devastación causada por las inundaciones

Las lluvias torrenciales que golpean desde el fin de semana a Carolina del Sur como consecuencia del paso del huracán Joaquín han provocado 11 muertos, mientras que en la vecina Carolina del Norte perdieron la vida dos personas, informaron las autoridades.

En Carolina del Sur, las fuertes precipitaciones han dejado a 26.000 personas sin electricidad y a 4.000 sin agua y han provocado el cierre de 550 carreteras y puentes, precisó la gobernadora de ese estado, Nikki Haley.

El paso por el Atlántico de Joaquín, actualmente de categoría 1 en la escala de intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco, ha provocado torrenciales lluvias y fuertes inundaciones en algunas zonas del este de EE.UU., especialmente en Carolina del Sur y Carolina del Norte.

En una rueda de prensa, Haley, del Partido Republicano, explicó que ya había hablado sobre la situación con el presidente de EE.UU., Barack Obama, y que le había pedido la declaración de "zona de desastre" en Carolina del Sur, lo que permite desbloquear fondos federales para responder a las inundaciones.

 Mira el video de algunos rescates aquí

Las previsiones para South Carolina auguraban un día soleado el martes tras días de lluvias, pero llevará semanas que las cosas vuelvan a la normalidad tras una tormenta histórica.

Incluso mientras amainaban las lluvias, las autoridades advirtieron de que era probable que se realizasen nuevas evacuaciones. El lunes por la tarde se confirmó esa advertencia cuando se ordenó la evacuación en una de las dos localidades al este del centro de Columbia donde se rompieron sendas presas.

La gobernadora del estado, Nikki Haley, advirtió a las comunidades río debajo de que una masa de agua descendía hacia las zonas bajas de la costa y podría causar más inundaciones y desplazar a más vecinos.

Además, unas 1.000 personas buscaron refugio en albergues y unas 40.000 se quedaron sin agua potable tras toda una semana de lluvias.

Cientos de comercios y edificios de Carolina del Sur, ya bajo estado de emergencia, han quedado inundados por las intensas lluvias, varias carreteras han sido cerradas y el suministro de agua potable está en peligro en algunos condados e, incluso, en la capital estatal, Columbia, según las autoridades.

En su intervención, la gobernadora Haley explicó que sobre el terreno ya hay 13.000 agentes de la Guardia Nacional, una fuerza militar de reserva que suele movilizarse en catástrofes naturales y en situaciones de desorden público.

Otros 7.000 agentes de la Guardia Nacional están preparados para participar en este dispositivo de emergencia, integrado también por la Cruz Roja de EE.UU. y la organización caritativa del Ejército de Salvación, según detalló la gobernadora.

Por el momento, ningún hospital de Carolina del Sur ha tenido que ser evacuado y las autoridades han abierto decenas de refugios para proveer a los afectados de un techo, mantas, agua y comida.

Durante el fin de semana, las autoridades de Carolina del Sur describieron esta tormenta como la peor en "mil años", en referencia a la terminología usada por algunos meteorólogos para explicar que un fenómeno natural de estas características tiene una probabilidad de ocurrir de uno entre mil.
En el estado vecino de Carolina del Norte, durante el fin de semana, las autoridades dieron a conocer la muerte de dos personas como consecuencia del impacto de las duras condiciones meteorológicas.

Las autoridades pidieron a la gente que done agua a los vecinos de la inundada zona de la capital.

En un comunicado emitido durante la noche, el jefe de policía del condado de Spartanburg, Chuck Wright, dijo que sus agentes habían llevado el lunes 7.000 botellas de agua al condado de Lexington y las habían distribuido en dos horas.

Sus agentes aceptaban más donaciones hasta el mediodía del martes para llevarlas a la zona de Columbia.

En la costa sur de Carolina del Sur, las localidades de Bluffton y Hilton Head Island pidieron a los vecinos que dejaran sus donaciones de agua en la oficina de la Asociación del Condado de Beaufort.

Y en Aiken, los agentes de la policía del condado pedían donaciones de agua embotellada y suministros empaquetados para enviar a los servicios de emergencia de la zona.

El suministro de agua a muchos vecinos de Columbia se ha cortado debido a la ruptura de varias cañerías de agua tras unas inundaciones históricas. A los que todavía tienen agua corriente se les pide que la hiervan al menos un minuto antes de utilizarla para beber o cocinar.

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