Expertos: Esqueleto es del rey Ricardo III

LONDRES — Un grupo de científicos halló "pruebas abrumadoras" de que un esqueleto hallado debajo de un estacionamiento pertenece al rey Ricardo III, pero los exámenes de ADN han planteado interrogantes sobre la sangre real de algunos de sus sucesores.

Los huesos del rey del siglo XV fueron exhumados en la ciudad de Leicester en el 2012, y los expertos han publicado datos iniciales de que pertenecen a Ricardo, incluso un análisis de la curvatura en su columna vertebral y las heridas que causaron su muerte.

Ricardo fue el último monarca inglés que murió en un campo de batalla, en 1485. El rey es famoso por ser fuente de inspiración para uno de los famosos libros de Shakespeare “The Life and Death of King Richard III”.

Este sería uno de los casos solucionados más antiguo en el campo forense.

En el nuevo estudio los expertos compararon ADN del esqueleto con familiares vivos y analizaron datos del ADN para identificar color de ojos y cabello, que coincidieron con el primer retrato conocido del monarca.

"La probabilidad de que sea Ricardo es de 99.999 por ciento", afirmó Turi King, experta en genética en la Universidad de Leicester que dirigió la investigación. Cuando ella y sus colegas compararon el ADN del esqueleto obtenido de un diente y un hueso de la pierna con las muestras suministradas por un primo de la rama materna de Ricardo, coincidieron totalmente.

En base al ADN del esqueleto, King y sus colaboradores conjeturaron que Ricardo tuvo ojos azules y cabello rubio en su niñez, que se fueron oscureciendo con la edad.

La investigación se publicó el martes en la revista Nature Communications.

Los científicos también compararon el ADN con muestras de familiares vivientes de la rama paterna de Ricardo. No hallaron coincidencias, lo que pone en cuestión la nobleza de algunos miembros de la realeza.

Aunque los investigadores no pudieron decir en qué punto del árbol genealógico ocurrió el adulterio, dicen que el hallazgo plantea dudas sobre la legitimidad de Enrique V, Enrique VI y toda la dinastía Tudor, incluso Enrique VIII e Isabel I.

De todos modos Kevin Schurer, provicecanciller de la Universidad de Leicester, y otro autor del estudio dijeron que las reclamaciones al trono se basaron en otros factores además de la sangre real como victorias en batallas y casamientos reales.

Agregó que la actual familia real inglesa —que tiene una línea descendiente de la casa de Tudor— no debería preocuparse. "No estamos indicando en modo alguno que su majestad (Isabel II) no debería estar en el trono", aclaró Schurer.

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