DENVER - Tres de los fundadores de la Iglesia Internacional de Cannabis de Denver fueron citados por consumo público de marihuana y por violar la Ley de Aire Limpio de Colorado durante las celebraciones del día de la marihuana, el pasado 20 de abril.
Los afectados señalaron los castigos no les fueron entregados hasta varios días después del 20 de abril, algo que la Oficina del Procurador de la Ciudad de Denver confirmó. Ninguno de los otros invitados a la pre-inauguración de la iglesia canábica recibió multas.[[422034333, L]]
Portavoces de la iglesia señalaron que para entrar al festejo, los ‘feligreses’ debían tener una invitación, e identificación válida; sin embargo no menos de 3 oficiales encubiertos de la policía lograron colarse al evento.
Los organizadores indicaron que los agentes usaron pseudónimos para ganar acceso a la fiesta, y al menos uno aprovechó un momento en el que la puerta de entrada era custodiada por una señora mayor, para apelar a su bondad y colarse sin invitación a la reunión; añadieron que el día del festejo, se llevaron a un guardia de seguridad que no tenía licencia, pero desconocen porqué tomó varias semanas el escribirles multas.[[432375943, R]]
Los fundadores de la iglesia mantienen que a su criterio, el evento era una cuestión privada, y que, por lo tanto, la policía no tenía razones para asistir sin invitación.
Añaden que mientras supuestamente recibieron multas por fumar todo el día, no lo hicieron, y muchos de los invitados que si fumaron todo el día no fueron citados.
Aunque la iglesia está reclamando libertad religiosa para operar como un establecimiento privado que les permite usar la marihuana como parte de su religión, legisladores de Colorado y funcionarios de la ciudad han recalcado que no existen exenciones religiosas para la ley estatal de consumo público.
Local
Los tres fundadores de la iglesia aparecerán en la corte de Denver la próxima semana para su primera audiencia preliminar. Han contratado a un abogado y han dicho que consideran actualmente sus opciones legales y podrían demandar.
La policía de Denver señaló que no se trata de persecución religiosa, y señalaron que no consideran ni a la iglesia ni sus actividades como cuestiones privadas, sino públicas; por lo tanto es su trabajo hacer cumplir la ley.
