Una revuelta en un estadio de fútbol en Atenas impidió que se jugara este sábado el clásico de fútbol griego.
El encuenteo entre los equipos Panathinaikos Athens y Olympiakos Piraeus no llegó a empezar, cuando los hinchas se enfrentaron con la policía.
Los organizadores del encuentro se vieron obligados a cancelarlo, antes de que comenzara.
Fanáticos y policías se enfrentaron fuera del estadio Apostolos Nikolaidis, en Atenas.
Adentro, alguien lanzó llamaradas a la cancha, provocando que los futbolistas huyeran hacia sus camerinos.
El incidente ocurrió poco después de que los jugadores visitantes -del Olympiakos- salieran al campo.
Aunque originalmente se informó que ningún futbolista resultó herido, el Olympiakos indicó que el delantero Alfred Finnbogason fue alcanzado en la pierna por la llamarada y que el defensor Luka Milivojevic también fue lesionado.
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Al cancelarse el encuentro, tras una hora de atraso, los hinchas protagonizaron una revuelta.
Algunos lanzaron más llamaradas, rompieron las butacas y arrojaron otros proyectiles contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
No se decidió de inmediato el resultado del partido.