El presidente Donald Trump y su contraparte, el ruso Vladimir Putin, conversaron telefónicamente este sábado y trataron de hallar un acuerdo para derrotar al grupo terrorista ISIS, así como a otros grupos de Siria.
Trump tuvo un día de actividad en cuanto a la política exterior, pues también sostuvo conversaciones con la canciller de Alemania Angela Merkel.
El presidente estadounidense estuvo en la Oficina Oval, acompañado por 5 de sus principales asesores, para sostener esta reunión del sábado
Rusia espera resultados "positivos" de la conversación telefónica que mantendrán el sábado los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, en lo que será su primer contacto desde que el segundo llegara a la Casa Blanca.
"Esperamos resultados. Yo creo todo será positivo", dijo Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, a la agencia Interfax.
Putin y Trump, que se han repartido numerosos elogios en los últimos meses, conversarán desde el mediodía, hora del Este.
El líder ruso se había reunido el viernes con su plana mayor para preparar dicha conversación en la que se abordarían asuntos de la agenda bilateral e internacional, en especial la lucha contra el terrorismo yihadista, una prioridad para ambas partes.
EEUU
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, descartó que ambos mandatarios vayan a reunirse pronto, aduciendo que Trump estará ocupado en sus primeras semanas en el cargo en asuntos internos.
"Esperemos su conversación telefónica. Dependerá de ambos jefes de Estado", dijo.
Cuando Putin llamó a su colega estadounidense para felicitarle por su victoria electoral del 8 de noviembre, ambos ya abogaron por mejorar las dañadas relaciones entre Washington y Moscú, que se encuentran en su punto más bajo desde el fin de la Guerra Fría.
Ambos comparten sus críticas al expresidente estadounidense Barack Obama, quien aprobó poco antes de dejar el cargo una nueva andanada de sanciones contra el Kremlin por su supuesta injerencia en las elecciones presidenciales en EEUU.
Al respecto, Trump aseguró ayer en rueda de prensa conjunta con la primera ministra británica, Theresa May, que es "demasiado pronto" para hablar sobre la posibilidad de que Washington levante las sanciones contra Rusia.
