“Acción Diferida” beneficia a más

TULARE (California) -En un laboratorio animal en la zona rural en el centro de California, Juan Carlos Martín limpió y alimentó a docenas de vacas. Cuando entró de contrabando en un automóvil por un control de la frontera de EEUU a los 13 años, el adolescente mexicano esperaba tener la oportunidad de recibir educación y seguir una carrera laboral, pero comenzó a trabajar a horario completo al finalizar la secundaria después de que su padre quedó incapacitado en un accidente. Martín, que ahora tiene 23 años, se sorprendió al saber esta semana que podría cumplir con los requisitos para el nuevo programa federal que posterga la deportación y concede permisos laborales a jóvenes inmigrantes indocumentados.

El ABC del plan, infórmate y evalúa si calificas. Gran parte de la atención que rodea al programa que comenzó el miércoles pasado se ha concentrado en los estudiantes. Pero los investigadores aseguran que también podría beneficiar a miles de adultos jóvenes que trabajan en industrias con salarios bajos como la agricultura. "El estereotipo sobre los jóvenes que cumplen con los requisitos es que son estudiantes universitarios y superestrellas académicas que hablan inglés perfectamente. Y eso, por supuesto, no es así en todos los casos", dijo Ed Kissam, investigador de políticas laborales. Para cumplir con los requisitos, los inmigrantes deben probar que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años, que tenían menos de 31 años al 15 de junio, que han estado viviendo en el país durante al menos cinco años, que están en la escuela o se graduaron y que no han sido procesados por ciertos delitos. El programa también está abierto para personas que no se han graduado de la escuela secundaria o recibido un diploma de educación general (GED), siempre que estén inscritos en un programa de educación para adultos, capacitación vocacional o incluso instrucción de inglés. Los trabajadores agrícolas como Martín dicen que un permiso laboral y los beneficios asociados podrían abrir puertas que antes estaban cerradas, lo que llevaría a trabajos con mejores salarios, mejores condiciones de trabajo y beneficios y un camino a una educación superior. "Esto cambiaría toda mi vida", dijo Martín, graduado de la escuela secundaria. "Vine a este país con la meta de estudiar y de tener éxito. Pero no es posible hacerlo sin un permiso de trabajo, un número de Seguro Social y una licencia de conducir". A pesar de las posibilidades, los trabajadores y los defensores de la medida dicen que los trabajadores agrícolas y otros que no están en la escuela podrían enfrentarse a obstáculos importantes al presentar las solicitudes: falta de información sobre el programa, habilidades de inglés limitadas, poco acceso a asesoramiento legal y acceso limitado a escuelas para adultos para cumplir con el requerimiento de educación del programa.

Saca tus dudas sobre la Acción Diferida, dale click aquí La Acción Diferida para los que llegaron como menores (DACA, por sus siglas en inglés) no otorga residencia legal o un camino hacia la ciudadanía. Más de la mitad de 1 millón de inmigrantes indocumentados jóvenes que cumplen con los requerimientos para el programa forman parte de la fuerza laboral, la mayoría de ellos con empleos en industrias con salarios bajos, con un título de la secundaria o un diploma de educación general, o que no tienen ningún título, muestra un análisis del Instituto de Políticas Migratorias. La agricultura podría ser una de las más afectadas. Dos tercios de los trabajadores agrícolas son extranjeros nacidos en México, la mayoría de ellos sin estatus legal, y muchos son jóvenes; más de la mitad tienen menos de 31 años, según la Encuesta Nacional de Trabajadores Agrícolas. Los datos de la encuesta muestran que al menos 54,000 trabajadores podrían calificar para el programa. Jaime Hernández, de 23 años, quien recoge fresas en el área de Santa María por 8 dólares la hora, descubrió el programa gracias a un amigo y espera presentar la solicitud. Hernández, que cruzó el desierto de Arizona a los 11 años, abandonó la escuela secundaria en Madera, California, para trabajar en el campo y ayuda a su familia a llegar a fin de mes. Hace poco terminó un curso para el diploma GED, pero nunca dio el examen para obtener el diploma, porque el horario de 10 horas de trabajo al día no se lo permitió. Ahora tiene planes de presentarse a la prueba. Si le conceden un permiso de trabajo, tiene planes de conseguir un empleo con más salario y volver a estudiar para ser abogado o ingeniero de radio. "Estoy asustado, no tengo dinero para pagar un abogado y no sé si tengo garantizada la aceptación o me rechazarán", dijo Hernández. "Pero de todas maneras, vale la pena… No me doy por vencido". Las organizaciones que ayudan a solicitantes que cumplen con los requisitos dicen que muchos trabajadores no saben que pueden presentarse. "Muchas de las personas que trabajan en los campos no entienden el programa", dijo Ramiro Medrano, asesor del Distrito Escolar Unificado Pajaro Valley cerca de Watsonville, que ofreció una sesión informativa sobre el programa el domingo. "La mayoría llama para hablar sobre sus hijos. Cuando les pregunto, "¿Qué edad tiene usted?', resulta que los padres podrían cumplir con los requisitos". La Fundación UFW también ha estado organizando sesiones informativas y conversaciones telefónicas con sucursales de sindicatos de trabajadores agrícolas para que conozcan la noticia. Para trabajadores que cumplen con los requisitos y que nunca completaron una solicitud y hablan poco inglés, presentar una solicitud para la Acción Diferida es intimidante, dijo Richard Gorman. "Esperamos que una vez que tengan los documentos, después de que pierdan el temor a la deportación, eso anime a los trabajadores a defender sus derechos y los de otros en sus lugares de trabajo, a formar un sindicato o quejarse ante su jefe cuando haya un problema". A algunos productores les preocupa que el programa podría reducir su fuerza laboral. Un grupo de productores, la Liga de Granjeros Nisei, está disuadiendo a los trabajadores de presentar la solicitud, ya que les preocupa que los trabajadores o sus familias podrían ser deportados cuando den sus direcciones al gobierno federal. Otra preocupación: Debido a que la solicitud para la autorización laboral pide todos los números de Seguro Social usados antes, la información podría llevar al gobierno a seguir la pista de todos los empleadores agrícolas que contrataron a los trabajadores ilegales y someterlos a auditorías o sanciones, dijo Manuel Cunha, presidente de la liga . "No hay ninguna seguridad", dijo Cunha. Funcionarios federales de inmigración dijeron que no usarán la información de los solicitantes para hacer cumplir las normas sobre inmigración en contra de los trabajadores. Los funcionarios se negaron a hacer comentarios sobre si la información proporcionada por los solicitantes sería usada para procesar o auditar a los empleadores.

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