DENVER- El alcalde de Denver Michael Hancock unió su voz a la de varios otros alcaldes, que por medio de una carta piden al presidente electo Donald Trump continuar y proteger el programa de acción diferida DACA.
La misiva, redactada por el alcalde de la ciudad de Chicago Rham Emanuel, urge al mandatario electo continuar con el programa hasta que el congreso modernice el sistema actual de inmigración, y ofrezca una solución permanente al cerca de millón de jóvenes que ingresaron al país antes de cumplir los 16 años de edad.
Los alcaldes de ciudades como nueva York, Los Angeles, Houston y Filadelfia apoyaron la carta, advirtiendo a la Administración Trump sobre el impacto que tendría eliminar el programa, concretamente la pérdida de $24.600 millones de dólares en contribuciones tributarias a lo largo de los próximos 10 años.
A continuación, el texto completo de la carta.
“25 de noviembre de 2016
Para: Presidente Electo Donald J. Trump
Re: Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA)
EEUU
Presidente Electo Trump:
En nombre de los líderes municipales abajo firmantes, le pedimos que su Administración continúe aceptando y adjudicando las solicitudes iniciales y las renovaciones de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), hasta que el Congreso modernice nuestro sistema inmigratorio y provea una forma más permanente de ayudar a estas personas. Como usted sabe, DACA ayuda a asegurarnos que los jóvenes que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años y que activamente están buscando una educación superior, o trabajan o están en el servicio militar, puedan quedarse en sus hogares y comunidades sin miedo a ser deportados. Este programa ayuda a promover el crecimiento económico y mejora la seguridad pública y nacional.
Casi 742.000 jóvenes indocumentados han participado en DACA desde que comenzó en 2012. Con permiso de trabajo y sin miedo a ser deportados, estos jóvenes han podido participar y contribuir a nuestras ciudades, nuestro país y nuestra economía. Estos jóvenes tienen profundos lazos económicos y sociales con nuestra nación. Muchos de ellos han sido educados en escuelas estadounidenses y trabajan para empresas con dueños estadounidenses. Ellos pagan los costos asociados, envían sus huellas digitales y pasan por una verificación de antecedentes policiales.
Como usted sabe, existe una historia de amplio respaldo bipartidista para estos jóvenes que fueron traídos a este país antes de cumplir 16 años. Los miembros republicanos del Congreso encabezaron y respaldaron esos esfuerzos, como la Ley DREAM original (R-Hatch), la Ley ACHIEVE (R-Hutchinson, R-Kyl, R-McCain), la Ley STARS (R-Rivera), la Ley de Oportunidades por Alistamiento en el Servicio Militar (R-Coffman), y la Ley ENLIST (R-Denham). Esos esfuerzos se enfocaron en ofrecer alternativas a esos jóvenes, como la autorización de trabajo, para que continúen siendo miembros activos de la sociedad. Recientemente, el Senador Republicano Lindsey Graham (R-SC) urgió que su Administración reconsiderase terminar con DACA. Nos animó ver que usted mismo se reunió con beneficiarios y promotores de la Ley DREAM y que, luego de escuchar sus historias y sus pedidos de ayuda, usted dijo: “Me convencieron”.
DACA es algo bueno para la economía de nuestra nación. El 87 por ciento de los beneficiados por DACA trabajan para negocios con dueños estadounidenses. El 6 por ciento de los beneficiados por DACA abrieron sus propios negocios, un promedio superior al de la población estadounidense en general (3.1%). Todo eso se convierte en salarios más altos y en mejores resultados económicos. Los beneficiarios de DACA también invierten en elementos como casas, abren nuevos negocios, y generan significantes ingresos fiscales para sus ciudades y estados en todo el país. Los beneficiados por DACA contribuyen 5,3 por ciento de sus ingresos en impuestos, que se destinan al Seguro Social y a Medicare. Eliminar el programa significaría una pérdida de $9,9 mil millones de dólares en contribuciones de impuestos durante los próximos cuatro años. Eliminar DACA terminaría también con por lo menos $433,4 mil millones de dólares del producto bruto interno de Estados Unidos (GDP) durante la próxima década.
DACA hace que nuestras comunidades y nuestro país sean más seguros, tanto en términos de seguridad pública como de seguridad nacional. Las Fuerzas Armadas dependen de solicitantes de DACA para servir en Ascensos Militares Vitales para el Interés Nacional (MAVNI), que enlista a individuos que dominan idiomas críticos o que poseen profesiones médicas esenciales para la defensa de nuestra nación. DACA es también un elemento positivo para la seguridad pública. El 90 por ciento de los recipientes de DACA obtuvieron una licencia de conducir o una identificación estatal como resultado de DACA y el 54 por ciento compraron carros luego de recibir DACA, resultando en un aumento en la cantidad de conductores asegurados y licenciados en las calles de Estados Unidos. Eso significa que ellos conducen tras haber estudiado las “Reglas de Tráfico” oficiales, con seguro, y con un documento de identidad verificado en caso de accidente, que sirve para la policía local, o para los hospitales en emergencias de salud. Eso significa que las ciudades y las carreteras son más seguras para los beneficiados por DACA, para otros conductores, para la policía, y para el sistema de salud.
Asegurarnos que los “Soñadores” (“DREAMers”) puedan continuar viviendo y trabajando en sus comunidades sin temor a ser deportados es la base de una política inmigratoria sólida y responsable. Terminar con DACA podría afectar negativamente las vidas de casi un millón de jóvenes, causaría problemas para varios sectores de la economía estadounidense y para la seguridad nacional y del público, algo que DACA contribuye a evitar. Le pedimos que su Administración demuestre su compromiso para con la economía estadounidense y para nuestra seguridad al continuar con DACA hasta que el Congreso modernice nuestro sistema inmigratorio y provea una forma de ayuda más permanente para estas personas.
Sinceramente,
Alcalde Rahm Emanuel”
