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Cultura Profética graba primer disco en 5 años

Ante la severa crisis económica que vive Puerto Rico, el vocalista de la banda de reggae boricua, Cultura Profética, asegura que no piensa abandonar la isla.

“No me veo viviendo en otro lugar. Tengo algo de esperanza de que las cosas tienen que llegar a un punto crítico para que la gente despierte”, dijo Willy Rodríguez en entrevista telefónica.

Sin embargo, no critica al creciente número de puertorriqueños que abandonan su patria.

“Somos habitantes del mundo. Nadie debe cargar el peso de su país nada más porque nació en él. No veo mal que la gente quiera irse. Como también me alegra que haya gente que se atreva a quedarse estando las cosas como están”, afirmó.

Y aunque sabe que el problema es demasiado profundo, el artista tiene sus sugerencias para mejorar la situación de la Isla del Encanto.

“Hace falta un cambio completo en el sistema que nos estamos llevando como país, desde las decisiones partidistas, hasta el poder que le hemos dado a los funcionarios públicos. Hay que redescubrir lo que es la educación, proponerla de una manera diferente, porque está obsoleta, y revitalizar las ayudas médicas. Se escucha utópico, pero creo que es lo primero que tiene que pasar para que el país eche para adelante. Nos siguen endeudando sin importar el bien común del país”, aseveró el cantante de éxitos como “La complicidad” y “Saca, prende y sorprende”.

Cultura Profética no ha lanzado un álbum de estudio desde “La dulzura” (2010), por lo que el próximo proyecto ya se encuentra encaminado.

Rodríguez afirma que la paternidad de su hijo Martí, de dos años, ha influido en su manera de ver el mundo y concebir la música.

“Definitivamente (la paternidad) se traduce en una nueva sensibilidad, alguien más depende de ti, las cosas cambian bastante, musicalmente eso se siente, y también tengo un tema que es para mi hijo, que se llama ‘Despertador solar’”, expresó.

El cantante también experimenta “la necesidad de querer proveerle un futuro a tu hijo. En vez de bajar la guardia, te pones más defensivo, pero buscando alternativas. Necesitamos proponer más y quejarnos menos, aunque siempre hay que reclamar y hay que decir (las cosas), son tiempos muy crudos para quedarse callado”.

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