El fiel amigo que te trae felicidad

“Mientras más conozco al ser humano, más quiero a mi perro”. Algunos atribuyen esta frase a Lord Byron, otros a Diógenes, yo la escuché incontables veces en voz de mi padre. Puedo asegurar que he conocido mejores seres humanos de los que conoció él, mi experiencia ha sido más positiva de la que tuvo mi viejo, quien no confiaba ni en su sombra.

Trabajó por décadas en el sistema judicial mexicano y tuvo contacto con muchos criminales. Recuerdo sus palabras diciendo que se rozaba con una calaña muy baja, a la que denominaba despectivamente como "bazofia humana".

Sí, era un tipo duro, de carácter difícil, y por muchos años llevó una pistola fajada a la cintura. Sin embargo, a la hora de acariciar al perro que él me regaló cuando yo tenía 6 años se volvía un niño, se transformaba y gozaba cuando esa mascota lamía su mano. Ese tipo que tenía una careta de hombre duro, al estar en contacto con el perro era capaz de pronunciar toda clase de diminutivos, verse meloso y sonreír.

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Desde que mi padre llevó a la casa a ese pequeño cachorro Springer Spaniel siempre he estado acompañado por el llamado mejor amigo del hombre. Algunos han vivido conmigo más, otros menos tiempo.

He tenido contacto con muchos perros, de raza pura y mixta. Siempre han sido de tamaños y colores distintos, nombres diferentes, pero ha existido un común denominador: su compañía ha hecho mi vida mejor.

Y no soy el único, hay distintos estudios que lo demuestran así. La presencia de un perro en el hogar ayuda a los niños autistas de acuerdo con un estudio hecho por la Universidad de Missouri.

El Real Hospital de Melbourne, en Australia, afirma que el contacto con una mascota puede ayudar a los niños a hacerlos más responsables, a mejorar su comunicación y fomenta en ellos un sentido de protección.

Por si fuera poco, otro estudio de la Universidad de Missouri en conjunto con la de Columbia sugiere que los cambios hormonales que se presentan en los humanos al interactuar con los perros ayudan a lidiar con el estrés y la depresión. Tener un perro en casa implica una serie de compromisos y gastos. Y no necesitas gastar mucho dinero para conseguir un perro.

A continuación, comparto contigo algunos lugares donde puedes adoptar mascotas a cambio de una pequeña donación: Dumb Friends League www.ddfl.org (303) 751-5772 Max Fund – Centro de adopción de animales www.maxfund.org (303) 595-4917 Refugio de animales de la ciudad de Denver www.denveranimalshelter.org (720) 913-1311

Un perro te puede regalar cariño pero también espera de ti afecto, atención y cuidado. Como todas las relaciones es recíproca y obtienes lo que das. En ocasiones el sentimiento por un animal puede ser muy intenso.

Hace menos de un año tuve que despedir a Max, el perro más noble que he tenido. Este labrador negro vivió y envejeció dignamente hasta que murió, y yo estuve a su lado. En el consultorio del veterinario nos despedimos, mi mano lo acarició hasta que sus ojos se cerraron y dejó de respirar. Lloré tanto al verlo morir y me generó un dolor tan profundo que ese día no pude ir a la oficina. El tiempo ha pasado y el escribir estas líneas y recordar su partida hace que derrame unas lágrimas más.

Hoy tengo otro perro. Tiene unos cuantos meses en casa y nos estamos conociendo, la cosa va bien. Estoy seguro que será una buena relación y que me voy a encariñar de él y él de mí. Lo mismo me ha sucedido con gente que ha pasado por mi vida, seres humanos de mucha calidad con quienes la relación al paso de tiempo se fortalece.

Creo que mi padre se equivocó, quizá también Lord Byron o Diógenes. Tal vez todos ellos tuvieron contacto con muy malas personas y muy buenos perros. Mi experiencia ha sido distinta, puedo sentirme afortunado al afirmar que a lo largo del tiempo he conocido excelentes seres humanos y también excelentes perros. Ambos me han dado cosas distintas y han hecho mi vida mucho mejor.

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