WESTMINSTER — Cientos de familiares y amigos se reunieron el fin de semana para despedir a de Jessica Hernández, una joven hispana de 17 años muerta por policías de Denver, recordándola por su gran corazón y espíritu gregario.
El tiroteo, que sigue bajo investigación, generó protestas luego del debate nacional sobre el uso policiaco de la fuerza tras los episodios raciales en Ferguson, Missouri y la ciudad de Nueva York. La familia de la joven ha solicitado un fiscal externo para investigar lo sucedido.
Familia y amigos de la joven buscan respuestas a las interrogantes sobre que realmente pasó en el callejón donde la vida de Hernández terminó tras ser baleada por oficiales.
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La policía dijo que Hernández falleció el 26 de enero cuando encaminó un auto robado en dirección de un agente en un callejón residencial de Denver.
El jefe de la policía, Robert White, dijo que los oficiales le pidieron repetidas veces a ella y otros cuatro adolescentes que bajaran del auto antes de que dos agentes abrieran fuego. Un pasajero en el carro ha rechazado la versión de la policía, señalando que Hernández perdió el control del auto porque ya había recibido un disparo y estaba inconsciente.
En el funeral de Hernández, sus amigos vistieron sudaderas rojas con su rostro sonriente estampado en ellas. Los autos en el estacionamiento contenían frases en el parabrisas de "Justicia para Jessie".
El padre Richard Nakvasil dijo que entendía que para muchos en la audiencia el dolor se veía agravado por las dudas sobre la muerte de Hernández.
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Ángel Rodríguez, de 15 años y uno de los ex compañeros de escuela de Hernández, dijo que no le veía sentido al tiroteo, que dejó a sus amigos enojados y confundidos.
"No queremos que la gente utilice un evento tan triste como este para hacer algo violento", dijo Cisco Gallardo, director del programa de Rescate de Pandillas y Proyecto de Apoyo de Denver.
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Los miembros del grupo estuvieron disponibles a petición de la familia de Hernández, pero ella no estaba involucrada con la organización, que intenta mantener a los jóvenes lejos de las pandillas.
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