Protestan contra ley que quitaría licencias

Protestan contra ley que quitaría licencias

SANTA FE, Nuevo México - Días después de que una comisión de la Cámara de Representantes de Nuevo México hiciera avanzar una iniciativa con vistas a derogar la ley que permite la entrega de licencias de conducir a inmigrantes, más de un millar de activistas se presentaron el lunes en el Capitolio estatal para manifestarse en contra de esa medida y cabildear a legisladores importantes.

El "Día de Acción de Marcha y Protesta Inmigrante" afuera del Congreso estatal atrajo a inmigrantes y sus aliados desde lugares como Clovis, que vinieron para exhortar a los legisladores a que mantengan vigente una ley que, según ellos, se pretende copiar en otros estados.

Una propuesta para revocar una ley en Nuevo México que permite a los inmigrantes obtener una licencia de conducir aunque se presuma que están en el país de manera ilegal, superó la semana pasada su primer obstáculo. Al cabo de una audiencia de más de cuatro horas, la Comisión de Seguridad y Asuntos Civiles de la Cámara de Representantes local aprobó por cinco votos a favor y cuatro en contra, en apego a las líneas partidistas, remitir a otra comisión la propuesta impulsada por el Partido Republicano.

Según las previsiones, la Cámara de Representantes, a la que controlan los republicanos, aprobará la medida, pero se desconoce cuál será la suerte de la iniciativa en el Senado local, donde los demócratas son mayoría.

La gobernadora republicana Susana Martínez, que apoyó la derogación de la ley cuando se postuló a la reelección, dijo que firmaría la medida si llega a su escritorio.

Eli Cuna, de 27 años y de Albuquerque, señaló que la ley la ha ayudado a ella y sus padres a integrarse en la sociedad de Nuevo México y cree que la normativa continúa asistiendo a otras personas.

"Conseguí mi licencia cuando era indocumentada y pude inscribirme en el Colegio Comunitario de Santa Fe", afirmó Cuna, quien tramita su naturalización. "Ahora soy una estudiante graduada", dijo.

Los republicanos afirman que los esfuerzos para revocar la ley se basan en preocupaciones de seguridad pública y han mencionado casos de fraude como los motivos para la derogación. "Esto tiene que ver con la seguridad de nuestro estado", dijo el representante republicano Bill R. Rehm. "No es un asunto racial", agregó.

Sin embargo, los demócratas y defensores de los inmigrantes afirman que la revocación de la ley se basa en la aversión hacia los extranjeros en el país.

Marcela Díaz, directora ejecutiva del grupo activista Somos Un Pueblo Unido, con sede en Santa Fe, dijo que los detractores utilizan el miedo y falsos vínculos con el terrorismo para que los residentes apoyen la derogación de la normativa. "La ley no tiene nada de malo", dijo Díaz. "Funciona para muchas familias", agregó.

Los defensores de los inmigrantes anunciaron que acudirán multitudinariamente a las audiencias de comisiones relacionadas con la iniciativa para derogar la ley. 

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