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Policías despedidos por jugar Pokémon Go durante atraco a Macy’s pierden batalla en corte

El tribunal dictaminó el viernes que la policía de Los Ángeles estaba justificada al despedir a Louis Lozano y Eric Mitchell por mala conducta en 2017.

Telemundo

SACRAMENTO — Un tribunal de apelaciones de California dictaminó que dos policías de Los Ángeles fueron despedidos correctamente por jugar Pokémon Go en lugar de responder a un robo.

El tribunal dictaminó el viernes que la policía de Los Ángeles estaba justificada al despedir a Louis Lozano y Eric Mitchell por mala conducta en 2017, informó el lunes el Sacramento Bee.

El 15 de abril de 2017, un sistema de video en su patrulla captó a los oficiales discutiendo cómo atrapar un Snorlax y tratando de capturar al raro Tegetic en el juego mientras ignoraban un informe de varias personas que estaban en el proceso de robar un Macy's en el área de Crenshaw, según el fallo.

Un capitán de policía que llegó al lugar vio otra patrulla estacionada cerca y se preguntó por qué los oficiales no habían respondido y respondió él mismo, según documentos judiciales.

Los oficiales afirmaron que no habían escuchado la solicitud de respaldo por radio, pero en las grabaciones de la patrulla, se les escuchó discutiendo si responder y se escuchó a Lozano decir: “Ah, al diablo”, según los documentos judiciales.

Luego se escucha a los oficiales durante los siguientes 20 minutos discutiendo el juego de teléfono celular Pokémon de realidad aumentada basado en GPS y conduciendo a varios lugares para "capturar" criaturas virtuales, según los documentos.

Fueron despedidos después de que una junta de derechos de la policía dictaminó por unanimidad que los dos oficiales cometieron una mala conducta que fue “poco profesional y vergonzosa” y violó la confianza del público.

Durante una aparición en Gardena, el Gobernador Gavin Newsom firmó un paquete de proyectos de ley destinados a tomar medidas enérgicas contra mala conducta por parte de oficiales del orden al mismo tiempo que establece estándares y restricciones sobre ciertos usos de la fuerza.

Los agentes pidieron a un tribunal que anulara sus despidos, argumentando, entre otras cosas, que las grabaciones de sus conversaciones privadas se habían utilizado indebidamente como prueba, pero el juez del Tribunal Superior denegó su petición. La corte de apelaciones confirmó esa decisión.

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