Nicaragua

“Sacrilegio y terrorismo”: bombazo deja venerada imagen de la Sangre de Cristo calcinada

Telemundo

MANAGUA - Un desconocido lanzó una bomba e incendió este viernes una imagen de la Sangre de Cristo que lleva 382 años en Nicaragua y que fue venerada por San Juan Pablo II en 1996, cuando se arrodilló y oró a sus pies, durante su segunda visita al país, de mayoría católica.

“Una persona no identificada ingresó a la Capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral Metropolitana de Managua, y arrojó una bomba, produciendo un incendio dentro de la capilla, en donde permanece la consagrada y venerada imagen de la Sangre de Cristo y expuesto el Santísimo en su sagrario”, informó la Arquidiócesis de Managua, en un comunicado.

La imagen de la Sangre de Cristo, cuya capilla se encuentra en el costado oeste de la Catedral, quedó totalmente calcinada, pero su estructura soportó en pie, según se pudo observar después de que los bomberos sofocaron el incendio, ocurrido antes del mediodía de este viernes.

La Iglesia católica calificó la acción como “un acto de sacrilegio y profanación totalmente condenable, por lo que debemos permanecer en constante oración, para derrotar las fuerzas malignas”.

Por su parte, el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, calificó como "acto terrorista" el incendio declarado este viernes en una capilla de la Catedral Metropolitana de la capital nicaragüense, que calcinó una histórica imagen de la Sangre de Cristo, en el país de mayoría católica.

"Así lo quiero decir, claramente, es un acto terrorista para amedrentar a la Iglesia en su misión evangelizadora", dijo Brenes, quien en julio de 2018 denunció que la Iglesia Católica es perseguida por el Gobierno del presidente Daniel Ortega.

Revelan el misterio que estaba en el Templo de Salt Lake de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Justo el viernes, el cardenal Brenes reiteró a los sacerdotes y creyentes que estuvieran atentos y vigilantes en el cuidado de sus capillas, tras las profanaciones ocurridas contra dos parroquias de la Arquidiócesis de Managua.

Dichas profanaciones se han presentado luego de que la Arquidiócesis de Managua anunció la suspensión de las fiestas populares en honor de Santo Domingo de Guzmán, las más grandes de Nicaragua, para evitar aglomeraciones, debido a la pandemia de COVID-19, entre el 1 y el 10 de agosto próximo.

El anuncio de la Arquidiócesis llegó cuando diferentes instituciones del Gobierno promovían actividades masivas, como parte de las fiestas por Santo Domingo de Guzmán.

Fue en la catedral de Lima y sin feligreses.

“Lo ocurrido ha sido una herida dolorosa al corazón del pueblo católico nicaragüense”, dijo el influyente obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, exiliado desde 2019 tras recibir amenazas de muerte, supuestamente de grupos ligados al Gobierno del presidente Daniel Ortega.

El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) afirmó que el ataque se suma a otros "actos de vandalismo que en los últimos días se han realizado contra templos católicos en otras ciudades del país, que representan una cara persecución contra la Iglesia católica sus líderes y la feligresía, atentando contra la libertad religiosa que establece nuestra Constitución".

Las diferencias entre la Iglesia católica y Ortega fueron comprobadas por San Juan Pablo II en su primera visita a Nicaragua, en 1983, bajo el primer mandato del exguerrillero, cuando las denominadas "turbas sandinistas" insultaron al entonces pontífice, hasta que este elevó la voz para acallarlos.

El Episcopado ha suspendido las actividades masivas religiosas desde 2018, primero por la inseguridad que persiste en Nicaragua debido a la presencia de paramilitares y capturas de personas que supuestamente violan la norma de no criticar a Ortega, y posteriormente para evitar la propagación de la pandemia de COVID-19.

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