El disidente Jorge Cervantes, activista de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), se encuentra hospitalizado al deteriorarse su salud debido a una huelga de hambre que inició hace 30 días para protestar por su detención, informó hoy un portavoz del grupo opositor.
Cervantes está ingresado desde el lunes pasado en la sala de penados del hospital Ernesto Guevara de la ciudad oriental de Las Tunas, donde reside, debido a que presenta "serios problemas en los riñones que ponen en riesgo su vida", según explicó a Efe el coordinador general de la Unpacu, José Daniel Ferrer.
"Su estado es preocupante, lleva 30 días en huelga de hambre porque reclama su liberación. Fue detenido el 23 de mayo, estuvo siete días en proceso de instrucción y después lo trasladaron a una celda de aislamiento en la prisión de Potosí en Las Tunas", detalló Ferrer por teléfono.
El representante de la Unpacu dijo que conoció a través de Gretchen Alfonso, la esposa de Cervantes, que el disidente se ha negado a que le suministren sueros y que ha manifestado la intención de llevar su huelga de hambre hasta "las últimas consecuencias".
Recordó que Cervantes desplegó un "activismo bastante amplio en La Tunas y difundió materiales para denunciar la corrupción de funcionarios estatales".
"A Cervantes lo van a procesar por desacato a funcionarios del Partido Comunista y del Ministerio del Interior", indicó Ferrer, uno de los 75 disidentes encarcelados en la "Primavera Negra" de 2003.
El líder de la Unpacu rememoró que en 2011 Cervantes estuvo preso y entonces "hizo algo parecido y hasta que no lo liberaron no cesó la huelga".
Pero en 2012 fue nuevamente encarcelado y cumplió hasta 2014 la condena por "desorden público" que había quedado en suspenso tras el ayuno.
En su último informe mensual, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), denunció que la represión en Cuba ha continuado manifestándose, de manera "marcadamente selectiva" contra los grupos opositores que más preocupan al Gobierno cubano, y entre ellas citó a la Unpacu.
El Gobierno cubano considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios", y no registra oficialmente a ningún preso político en sus cárceles.
