Decisión 2020

Trump vs Biden: por qué el conteo de votos podría tardar más de lo normal

Telemundo

Es muy probable que el ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos no se conoza este martes por la noche. Y de ser así, no necesariamente es señal de que algo sea fallido, fraudulento, corrupto o malo.

El presidente Donald Trump ha sugerido reiteradamente que un resultado más lento de lo normal es un indicio de problemas.

“Creo que es terrible que no podamos conocer los resultados de una elección la noche de la elección”, dijo el mandatario el domingo. “Creo que es algo terrible cuando se permite a los estados tabular las papeletas durante un largo tiempo después de que terminan las elecciones”.

No está claro lo que el presidente considera que es un período largo. Pero es una práctica estándar seguir contando votos después del día de las elecciones.

El factor más importante que puede retrasar los resultados es claro: millones de estadounidenses decidieron votar por correo en vez de arriesgarse a contraer el coronavirus en un lugar de votación. Y, en general, los votos postales tardan más en contarse.

Los trabajadores electorales deben sacar las boletas de sus sobres, verificar si hay errores, clasificarlas y aplanarlas, todo antes de que puedan pasar por los escáneres en el momento en que las urnas cierran y se tabulan. En los estados con programas de voto por correo bien establecidos, este procesamiento se realiza semanas antes del día de las elecciones. Los resultados a menudo se publican rápidamente.

Pero varios estados no tenían este sistema en vigor antes de este año y las leyes vigentes prohibían a los funcionarios electorales procesar las boletas mucho antes del día de las elecciones. Sin una ventaja inicial, prácticamente no hay forma de procesar y contar todos los votos por correo el día de las elecciones, y al mismo tiempo contar todos los sufragios emitidos en persona.

Actualmente, los demócratas controlan la Cámara y los republicanos el Senado, pero esto podría cambiar en estas elecciones.

Hay tres campos de batalla importantes con restricciones sobre cuándo se puede procesar el voto por correo: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin.

En esos estados, las legislaturas, donde los republicanos son mayoría, se han resistido a las súplicas de los funcionarios electorales para actualizar las leyes para permitir un conteo más rápido. En cambio, inicialmente informarán los votos en persona, que se espera que favorezcan en gran medida a Trump, y actualizarán gradualmente con las boletas por correo más de tendencia demócrata más tarde.

Nunca ha habido una contienda presidencial en la historia en la que todos los votos se cuenten la noche de las elecciones. Simplemente no es físicamente posible contar de inmediato tantas papeletas, posiblemente hasta 150 millones la noche del 3 de noviembre.

La división del FBI en San Antonio confirmó que investigan el incidente en que partidarios de Trump acorralaron a un autobús de la campaña de Joe Biden.

No todos los estados son de conteo lento. Entonces, si varios estados clave publican sus resultados con prontitud, un candidato puede tener la mayoría de los votos electorales, incluso sin saber quién ganó en Wisconsin, Pensilvania o Michigan.

Eso se vuelve más probable si las contiendas en esos estados no están cerradas.

Es un escenario que apunta los reflectores hacia Florida. El estado permite que sus oficinas electorales procesen las boletas por correo 22 días antes de la elección y, a menos que surja otra cosa, podría haber un conteo casi completo para la medianoche. Y si Trump pierde Florida, le será muy difícil alcanzar los 270 votos electorales que necesita para derrotar al exvicepresidente Joe Biden y mantenerse en la Casa Blanca.

Sin inmunidad contra la polarización reinante, los hispanos llegan divididos a las elecciones en Estados Unidos, aunque no a partes iguales: al menos en los sondeos son más los que apoyan al demócrata Joe Biden que a un presidente Donald Trump que les reparte indistintamente cal y arena.

Otros dos campos de batalla del sur, Carolina del Norte y Georgia, también pueden comenzar a procesar antes las boletas por correo. Ambos son considerados estados críticos para Trump. Sin embargo, a diferencia de Florida, ninguno de los dos estados tiene antecedentes de manejar una gran cantidad de boletas por correo, por lo que no está claro qué tan rápido contarán esos votos.

Iowa y Ohio también permiten el procesamiento temprano de las boletas por correo. Trump ganó fácilmente ambos estados en 2016, pero los demócratas creen que Biden es competitivo allí. Los resultados en esos dos estados la noche de las elecciones podrían dar pistas sobre lo que se avecina en los estados críticos del centro del país que tardan más en contarse.

Solo cinco residentes votaron, y el ganador fue el demócrata Joe Biden. A pesar del coronavirus, la pequeña ciudad de Dixville Notch, New Hampshire, aún mantenía su tradición de tener los primeros votos emitidos el día de las elecciones, justo al filo de la medianoche.

¿Espejismo rojo o desplazamiento azul?

El seguimiento de los resultados en las elecciones de este año puede ser un poco confuso. Eso se debe a que ambos partidos están votando de dos maneras muy distintas. Los demócratas de han lanzado en tropel a votar por correo, mientras que Trump ha exhortado a los republicanos a votar el día de las elecciones.

Dependiendo del tipo de voto que es reportado —los votos por correo, los sufragios realizados en persona en centros de votación anticipada en los votos emitidos el día de la elección-, los resultados podrían inclinarse a favor de un candidato.

En general, tales estados de procesamiento adelantado —Florida, Georgia, Ohio y Carolina del Norte— reportarán primero los resultados de la votación por correo. Esos tenderán al lado demócrata. Pero luego esos estados empezarán el conteo de los votos en persona, los cuales se inclinarían hacia los republicanos. Así que los resultados preliminares podrían ser marcadamente demócratas antes de tornarse más republicanos conforme pasa la noche.

Pero la tendencia podrían ser la opuesta en estados oscilantes como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. En ellos, primero será reportado el voto del día de la elección, de fuerte tendencia republicana, lo que podría ser engañoso —un “espejismo rojo”. Eso se debe a que los demócratas podrían remontar una vez que los votos enviados por correo sean tabulados en las horas y días posteriores —lo cual es llamado el “desplazamiento azul”.

"Mañana podemos poner el fin a una Presidencia que ha dejado a los estadounidenses que trabajan duro en la intemperie. Mañana podemos poner fin a una Presidencia que ha dividido a la nación y ha alimentado las llamas del odio. Mañana podemos poner fin a un Presidencia que no ha protegido a este país", aseguró Biden.
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