Imágenes del último concierto de Juan Gabriel en Denver

Detalles de la última presentación del Divo de Juárez en la capital de Colorado

Famoso, querido, ovacionado, admirado, imitado y por algunos envidiado. 
El
 poder de convocatoria de Juan Gabriel siempre fue impresionante. La última vez que estubo en el Pepsi Center de Denver, un estadio que puede tener una capacidad para 20,000 personas logró llenar un 80% de sus graderías.

Aquel viernes por la noche, para muchos inmigrantes valió la pena pagar cientos de dólares para ver al "Divo de Juárez". Tenerlo “cerca” bien valió hacer el sacrificio económico.

Al costo de la entrada había que agregar el estacionamiento y la cerveza, un vaso de casi $9 que no era fácil comprar, considerando que es más de lo que gana un empleado por hora si percibe el salario mínimo en el estado de Colorado.

Pero el dinero no era problema, ya habrá más horas para trabajar, JuanGa estaba en Denver y había que verlo y escucharlo, de ese tamaño era el cariño y la admiración por el artista.

El estadio entero se le entregó cuando salió al escenario unos minutos después de las 9:00 p.m. Un poco tarde, pero al "Divo de Juárez" se le perdonaba todo. "Dónde andará" es uno de los temas que interpretó para iniciar el espectáculo y así siguió, canción tras canción.

Hubo momentos en los que ya no cantó. Con "Se me olvidó otra vez" dejó que miles de voces entonaran uno de sus principales éxitos. Eran las 10:00 p.m. cuando miles de personas cantaron su composición. Todo esto lo hizo posible el mariachi compuesto por 11 elementos y también estaba presente una orquesta de 11 músicos y seis coristas. Un espectáculo de luz y sonido.

Siguió "Te voy a olvidar", tema que sí cantó y aunque no alcanzó los tonos altos el público lo ovacionó, recordemos, al "Divo" se le perdonaba todo. Cuando entonó "Te pareces tanto a mí" nuevamente el estadio lo ovacionó, JuanGa se echó al público a la bolsa al integrar en su interpretación adjetivos como zángano, mequetrefe, idiota, rufián, tarado y zoquete.

“Las palabras disonantes son bonitas, no hay que malgastarlas” dijo el cantante y agregó: “las manos hablan más que las palabras” para concluir con una señal elocuente que nuevamente le aplaudió la multitud.

Vestido con un traje café claro se dirigió al público como: “amores” quien perdonó que Juan Gabriel no cantara con la potencia de antes o bailara con la energía que tuvo en el pasado. Sus 64 años no podían esconderse con el maquillaje que llevaba ni con el tinte de cabello.

El público también perdonó la serie de errores ortográficos que aparecieron en la pantalla gigante en la que se incluyó la letra de "Abrázame muy fuerte". Durante la interpretación del tema apareció un video en el que Juan Gabriel recibía abrazos y besos en distintas épocas de su vida. Lo abrazaban otras estrellas, muchas de ellas que ya habían muerto como María Félix, Lola Beltrán y Rocío Dúrcal.

Dominó el escenario y cautivó a los asistentes por dos horas con 40 minutos. Simplemente utilizó los temas que le han grabado más de 200 artistas, además ha vendido más de 30 millones de discos.

Uno de los momentos en el que se vivió un éxtasis colectivo fue cuando cantó "Noa Noa", la arena se llenó de una energía especial y puso a toda la gente a bailar. La velada terminó con "¿Por qué me haces llorar?".

Como es habitual al interpretar esta canción se derramó una copa en el único vestuario que mostró durante todo el espectáculo. Al hacerlo se movió en el escenario como si estuviera ebrio y las últimas palabras que salieron de su boca al cantar fueron: “que hoy lloré y me emborraché por ti” y así logró una ovación más, el público se le entregó y terminó el espectáculo en lo que fue una noche mágica.

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