“Guardaespaldas” de Pence: primer hispano en el cargo

Nacido en El Paso, Texas, en el seno de una familia de inmigrantes mexicanos.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, perfiló este miércoles como un "ejemplo" para los hispanos de todo el país al agente especial encargado de su seguridad, Héctor Hernández, quien recibió un premio por su trayectoria en el Servicio Secreto.

Nacido en El Paso, Texas, en el seno de una familia de inmigrantes mexicanos, Hernández es el primer hispano de la historia que lidera el equipo del Servicio Secreto encargado de la seguridad del vicepresidente, y hoy aceptó el premio "Águila" de la Asociación de Funcionarios de Mando de Policía Hispanos (HAPCOA, en inglés).

"Mi gran orgullo es ser el mejor embajador de mi familia y de mi herencia hispana", afirmó Hernández durante la ceremonia de entrega del galardón, destinado a reconocer la excelencia de agentes hispanos en las fuerzas de seguridad de todo el país.

Hernández lleva casi tres décadas en el Servicio Secreto y trabajó para garantizar la seguridad de tres presidentes estadounidenses, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, antes de ser asignado, en 2017, al equipo de protección de Pence.

"(Héctor) es uno de los favoritos de la familia Pence, por su carácter, por su valentía y por lo profesional que es (...). Así que cuando escuché que le darían este premio, pregunté, ¿Puedo ir?", explicó Pence durante el acto, celebrado en Baltimore, Maryland.

"Usted es una inspiración para los hombres y mujeres de la comunidad hispana que trabajan hoy en agencias de seguridad o aspiran a hacerlo. Y estamos agradecidos por ese ejemplo", le dijo el vicepresidente a Hernández.

El agente especial tuvo un papel destacado en la protección de Bush la noche del 11 de septiembre de 2001, relató Pence.

Hernández estaba como encargado del turno de medianoche poco después de que Bush regresara de Florida, cuando "un avión no identificado empezó a acercarse a la Casa Blanca".

Aunque el incidente no fue a más, "fue Héctor quien entró corriendo (en la Casa Blanca) y se apresuró a llevar al presidente y la primera dama a un lugar seguro", aseguró Pence.

En 1995, tras el atentado en Oklahoma City que dejó 168 muertos, Hernández "excavó entre los escombros" del edificio federal atacado para "recuperar los restos de seis compañeros", y su testimonio fue "crucial" para lograr la condena a pena de muerte del responsable del atentado, Timothy McVeigh, destacó el vicepresidente.

En su discurso, Hernández rindió homenaje a sus padres, que llegaron al país desde México en 1959 y "nunca aceptaron la ayuda de nadie" para empezar su nueva vida en Estados Unidos.

Bromeó con que sus dos hermanos mayores le daban "algún que otro golpe o puñetazo cariñoso", pero también le hicieron aficionarse al fútbol americano y después a la lucha libre, un deporte del que se "enamoró" y con el que llegó a competir "a nivel internacional".

Hernández, graduado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Highlands en Nuevo México, recibió el premio acompañado de su esposa Jodi y sus dos hijos adultos.

Durante su visita a Baltimore, Pence también se reunió con agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que le dieron información sobre las operaciones contra el narcotráfico y la pandilla MS-13 en esa ciudad.

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