WASHINGTON — El número de estadounidenses que solicitaron el seguro por desempleo aumentó a su mayor nivel desde agosto la semana pasada, pero sigue bajo según estándares históricos.
El Departamento del Trabajo reportó el miércoles que 240,000 personas pidieron asistencia pública la semana pasada, un aumento de 17,000 respecto de la semana anterior. El promedio a cuatro semanas, que nivela la volatilidad entre una semana y otra, aumentó en 5,500 a 226,750.
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Las solicitudes del seguro por desempleo suelen reflejar los despidos y los niveles bajos actuales muestran que los estadounidenses siguen gozando de una extraordinaria estabilidad laboral.
Pero ello podría no durar.
A fin de combatir la inflación, la Reserva Federal ha aumentado su tasa de interés referencial seis veces desde marzo. El mercado de la vivienda se ha visto vapuleado por unas tasas hipotecarias que se han más que duplicado comparado con un año atrás. Y muchos economistas vaticinan que Estados Unidos caerá en recesión el año entrante a medida que el encarecimiento del crédito inhiba el gasto.
Aun así, el mercado laboral se ha mantenido sólido. Las empresas añadieron 261,000 empleos el mes pasado y este año están creando casi 407,000 puestos por mes. Hay casi dos vacantes disponibles por cada desempleado. La tasa de desempleo es de 3.7%, poco más de su mínimo en medio siglo.
Las solicitudes semanales de ayuda por desempleo este año han sido sumamente bajas, permaneciendo por debajo de 200,000 durante gran parte de febrero, marzo y abril. Empezaron a aumentar a finales de la primavera y llegaron a 261,000 a mediados de julio antes de volver a bajar.
“Vaticinamos que habrá más despidos a medida que disminuya la demanda en respuesta a las más altas tasas de interés”, declaró en un reporte Rubeela Farooqi, economista de High Frequency Economics. “Sin embargo, la variación probablemente será gradual ya que muchas empresas siguen sufriendo escasez de personal y serán renuentes a recortar su plantilla”.