EEUU

Paso a paso: así fue la agónica muerte de un reo tras recibir una inyección letal

Scott James Eizember, de 62 años, recibió una inyección letal en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma en McAlester y fue declarado muerto a las 10:15 de la mañana de este jueves.

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McALESTER, Oklahoma — Oklahoma ejecutó el jueves a un hombre que fue condenado por matar a una pareja de adultos mayores y cometer otros crímenes hace 20 años antes de que las autoridades lo capturaran en Texas tras una persecución.

Scott James Eizember, de 62 años, recibió una inyección letal en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma en McAlester y fue declarado muerto a las 10:15 de la mañana.

“Estoy en paz”, dijo Eizember, atado a una camilla con una vía intravenosa en el brazo izquierdo. “Mi conciencia está tranquila, completamente. Amo a mis hijos.”

POCO ANTES DE MORIR, LEVANTÓ LA CABEZA Y DIJO "LOS AMO", DIRIGIÉNDOSE A SU HIJA Y A LOS ABOGADOS

Una vez que las drogas letales comenzaron a fluir, se podía ver a Eizember, de barba corta, charlando con su consejero espiritual, el reverendo Jeffrey Hood, que estaba dentro de la cámara de ejecución con él.

Levantó la cabeza en un momento y dijo “los amo” al dirigirse a su hija y los abogados que se encontraban entre las 17 personas sentadas en la sala de testigos.

La respiración de Eizember se hizo dificultosa y fue declarado inconsciente a las 10:07 de la mañana. Pareció dejar de respirar a las 10:10 y fue declarado muerto cinco minutos después.

Los abogados de Eizember no negaron que él mató a A.J. Cantrell, de 76 años, y su esposa, Patsy Cantrell, de 70, el 18 de octubre de 2003.

Pero el mes pasado indicaron ante la Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado que el doble asesinato no fue planeado y que su vida aún tenía valor.

La junta rechazó una recomendación de clemencia en una votación de 3-2.

“Ha sentido remordimiento todos los días de su encarcelamiento. No hay otra razón para matarlo el próximo mes que no sea venganza”, sostuvo el abogado Mark Henricksen a la Junta.

Después de la ejecución, varios miembros de la familia Cantrell hablaron del dolor con que ha lidiado la familia y expresaron su preocupación por el tiempo que llevó ejecutar a Eizember.

“Después de vivir esta pesadilla, debo decir que 20 años es demasiado tiempo para que se haga justicia”, dijo Johnny Melton, sobrino de la pareja asesinada, en un comunicado leído en nombre de la familia.

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