Antonio Argumedo, un hombre de 59 años que estaba lleno de vida, sufrió un percance de salud que lo tiene en una cama debatiéndose entre la vida y la muerte.
Antonio sufrió un irreparable daño cerebral y ahora su cerebro está muerto en un 50%. Los médicos que lo atienden dicen que es cuestión de horas y que la única alternativa que le queda a la familia es dejarlo descansar en paz.
La pesadilla, que pareciera suficiente con la enfermedad, tiene otro ángulo y tiene que ver con sus familiares directos que se encuentran en México. Antonio está recluido en un hospital de Aurora y su madre y hermanas, que siguen en tierras aztecas, están varadas en la frontera por temas migratorios y sobre todo por falta de recursos económicos para realizar el desplazamiento.
“Si hay alguien que me pueda ayudar, por favor ayúdenme. No tenemos mucho tiempo y esto es bien difícil”, aseguró una de sus hijas.