El zoológico de Denver informó oficialmente que Masika, una jirafa de 23 años de edad, fue sacrificada por medio de una eutanasia muy humana que le practicaron especialistas de salud del zoológico.
Hace unos años este ejemplar de jirafa empezó a recaer debido a la avanzada edad y empezó a registrar un deterioro notable en su estado de salud, por lo que autoridades del zoológico decidieron practicarle la eutanasia para sacrificarla y dejarla descansar.
Normalmente las jirafas viven hasta 26 años en la vida salvaje, pero esto puede cambiar cuando están fuera de su hábitat. Masika nació en el zoológico de Denver y dio a luz a siete crías durante su estadía en la capital de Colorado por más de 23 años.
En la cuenta oficial de Facebook, el Zoológico despidió a la jirafa asegurando que era gentil y muy carismática.
