Desde el martes 11 de septiembre los agentes del servicio de inmigración y ciudadanía tienen la discreción para rechazar solicitudes, si es que están incompletas, y no dar segundas oportunidades; lo que obliga a los aspirantes a ser más meticulosos a la hora de enviar una solicitud.
Los agentes de inmigración pueden rechazar la solicitud y hasta cancelar el caso.
Según el servicio de inmigración y ciudadanía, la medida se debe a que, por mucho tiempo, el sistema ha estado sobrecargado con reclamos frívolos o sin méritos, que retrasan el proceso.
El hecho de que la solicitud sea rechazada, no implica que se inicie un proceso de deportación; sin embargo, a muchos les preocupa que Uscis informe a Ice sobre la negativa, y estos a su vez envíen el caso a un juez de inmigración.