El Departamento de Salud y Medio Ambiente de Colorado reportó está semana un fuerte brote de COVID-19 en Chik-fil-A, en una sucursal de Fort Collins.
El brote inició el 15 de mayo y aunque inicialmente se hablaba de cuatro trabajadores contagiados el caso es tres veces peor de lo que se reportó inicialmente, según el reporte oficial.
Son en total nueve trabajadores que han dado positivo a las pruebas de coronavirus y cinco más que están en observación como posibles positivos de COVID-19, por lo que son 14 personas afectadas en tan solo esta sucursal, ubicada en la 3605 S. College Avenue.
El 21 de mayo el restaurante fue cerrado por una semana y esto fue positivo para prevenir más infectados. Todos los infectados trabajaban en la cocina y ninguno de ellos tuvo contacto con los clientes, por lo que los consumidores pueden estar tranquilos.
Al momento el restaurante fue reabierto, pero solo está operando con autoservicio y comida para llevar, por lo que las mesas continúan cerradas para el público.
La buena noticia es que, a pesar del fuerte brote, en la última semana no se han dado casos positivos nuevos en esta sucursal de Chik-fil-A.
