DENVER- Una iniciativa que plantea proporcionar lugares seguros para que usuarios de heroína puedan inyectarse “a salvo,” está generando interés y controversia al mismo tiempo en Denver.
Defensores argumentan que mantendría las agujas fuera de los lugares públicos, sacaría el consumo de la esfera pública, lugares como parques y bibliotecas.
Proveer un ambiente controlado y supervisado, reduciría también el riesgo de sobredosis, y transmisión de enfermedades por el intercambio de agujas.
A pesar que la Sociedad Médica de Denver y una lista de empresas privadas están listas para traer a la ciudad un centro que provea todo, excepto la droga, residentes expresaron preocupación.
Temen que el centro incite al consumo, más que ayudar a controlarlo.
63 ciudades en 9 países diferentes tienen sitios de inyección seguros y nadie ha muerto por una sobredosis en ninguno de ellos.
Crear uno en Denver requeriría una exención a las leyes existentes de posesión de drogas.