DENVER - El presidente del Partido Republicano de Colorado, Dave Williams, que ha intentado llevar a la colectividad estatal a los extremos, fue destituido el fin de semana en una votación que calificó de ilegítima, lo que precipitó un enfrentamiento por el liderazgo en vísperas de las elecciones de noviembre.
El mandato de Williams como presidente provocó luchas internas en el partido, ya que se inclinó hacia ataques públicos contra compañeros republicanos que no encajaban en su idea de ultraconservadores o no respaldaban sus tácticas extremas, que imitaban las del candidato presidencial Donald Trump. La lucha refleja una división nacional en el Partido Republicano entre republicanos más tradicionales y un flanco más combativo que comprende políticos como el representante Matt Gaetz de Florida.
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También muestra los desafíos que enfrenta esta política extrema en Colorado. La oposición a los métodos de Williams creció a medida que el partido bajo su liderazgo apoyó a ciertos candidatos republicanos en las primarias en lugar de a otros, algo que los partidos estatales tienden a evitar, al menos públicamente.
A Williams también se le acusa de usar los recursos del partido estatal para beneficiar su propia candidatura fallida a las primarias del Congreso, y fue criticado por negarse a renunciar como presidente de la colectividad después de unirse a la contienda. Los correos electrónicos y publicaciones del partido que atacaban a la comunidad LGBTQ+, incluido un llamado a quemar banderas del orgullo, también fueron recibidos con decepción por algunos compañeros republicanos.
Kristi Burton Brown, quien fue presidenta del Partido Republicano de Colorado antes de Williams y ayudó a organizar la reunión del sábado, dijo que los ataques de éste a los candidatos de la colectividad, especialmente en las contiendas reñidas, eran una preocupación central.
En lugar de la unidad del partido, dijo Brown, las luchas internas obligaron a los republicanos a formar facciones que tuvieron que valerse por sí mismas, lo que no es una estrategia propicia para ganar las contiendas.
La creciente resistencia culminó en la votación del sábado, cuando la mayoría de los aproximadamente 180 miembros del comité central del partido estatal, o sus representantes, que estaban presentes votaron para destituirlo.
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En un comunicado de prensa, el Partido Republicano de Colorado calificó la reunión de "farsa" y expresó que la mayoría de los más de 400 miembros del comité no estuvieron presentes. Williams dijo que sólo pueden intentar destituir a los oficiales en la próxima reunión del 31 de agosto.
"Esta facción minoritaria marginal sabe que no puede salirse con la suya en una reunión justa en la que las reglas se apliquen de manera justa", indicó Williams en un mensaje de texto.
El conflicto se reduce a una interpretación de los estatutos, y la decisión podría acabar en manos del Comité Nacional Republicano (NRCC, por sus siglas en inglés).
El NRCC, que trabaja para elegir a los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo que reconocerá el voto y al liderazgo recién elegido.
Williams afirmó en un mensaje de texto que el NRCC "no tiene autoridad para hacer nada".
Mientras era presidente del Partido Republicano, Williams participó en las primarias republicanas para obtener un escaño en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en Colorado Springs, a una hora en auto al sur de Denver. Si bien ganó la atención de Trump y su eventual apoyo, perdió ante un republicano más moderado.
