Caso de joven baleada promueve cambios

Caso de joven baleada promueve cambios

DENVER – El Departamento de Policía de Denver informó que ha cambiado el uso de directrices para uso de fuerza tras enfrentamientos mortales entre policías y conductores.

Bajo las nuevas reglas, los policías no pueden disparar contra conductores a no ser que personas dentro del auto estén disparando a oficiales o civiles.

"Queremos que la primera reacción sea salir del camino en vez de sacar su arma de fuego", dijo el jefe de policía Robert White, en una conferencia de prensa.

Bajo las directrices anteriores, la policía podía disparar contra un carro si estaba avanzando hacia los oficiales o si había una posibilidad de que podían ser atropellados.

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El cambio especifica que el vehículo en movimiento en sí no puede ser considerado como una amenaza.

El capítulo de la Unión Americana de Libertades Civiles de Colorado dio la bienvenida al cambio, diciendo que puso a Denver en línea con otros departamentos de todo el país.

Qusair Mohamedbhai, un abogado que representa a la familia de la joven de 17 años de edad, Jessica Hernández, quien fue muerta a tiros tras conducir un carro hacia policías, también elogió las nuevas directrices.

"La familia Hernández encomia a la policía de Denver por este cambio de política tan necesario", dijo Mohamedbhai. "Sin embargo, la familia sigue de luto por la pérdida de Jessica y el cambio de política demuestra que la muerte de Jessica era completamente innecesaria e ilegal."

El tiroteo Hernández impulsó pequeñas protestas en Denver y llegó en un momento en el cual la atención nacional estaba centrada en casos de presunto uso excesivo de fuerza por parte de la policía en Missouri y Nueva York.

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La semana pasada, el fiscal anunció que no se presentarían cargos contra dos agentes por la muerte de Hernandez, quien estaba desarmada.

El fiscal de distrito Mitch Morrissey dijo que la decisión fue tomada debido a que la vida de un oficial fue amenazada ya que la joven presuntamente manejó un carro robado con dirección a los policías. Uno de ellos fue lesionado. Los ocupantes del carro salieron ilesos.

White dijo que el caso Hernández fue uno de cuatro incidentes recientes, dos de ellos mortales, en los que sus oficiales dispararon hacia los vehículos. Esto llevo a los cambios de directrices.

Se negó a decir si las muertes podrían haberse evitado por las nuevas reglas, y señaló que las revisiones internas de los casos todavía no se han completado.

White dijo que los oficiales recibirán formación sobre cómo responder en situaciones donde los conductores pueden representar un peligro.

Nick Rogers, jefe del sindicato de la policía de Denver, dijo que el cambio podría poner en peligro a los oficiales que en muchos casos han sido golpeados y muertos por conductores.

"No hicimos ningún trabajo con la antigua política, y debido a un tiroteo que causó protestas cambiamos a una política que es demasiado restrictiva", dijo.

El Departamento de Policía de Albuquerque, Nuevo México, y el Departamento de Policía de Cleveland hicieron cambios similares.

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