En Colorado con las bajas temperaturas es posible que los huevos de las aves se congelen si no se toman medidas de precaución.
La congelación provoca la expansión tanto de la yema como de la clara, lo que puede provocar grietas en la cáscara.
Una vez que se rompe un huevo, quedará expuesto a bacterias y contaminación, lo que puede hacer que su uso no sea seguro.
La congelación puede causar cambios en la textura y la consistencia que hacen que los huevos sean menos apetecibles o deseables también para ciertos tipos de horneado.