DENVER- La mayoría, si no todos, los padres tienen una manera de disciplinar a sus hijos. Tiempo solos, castigos, no televisión, no celular… ¿Cuál usas?
Tal vez una nalgada?
La mayoría de los padres apoyan su propio derecho personal de golpear a sus hijos y la mayoría de los tribunales apoyan y mantienen el derecho de los padres de hacerlo.
Un estudio publicado en el Journal of Family Psychology dice que el castigo corporal o físico puede tener efectos negativos sobre el comportamiento general de un niño a medida que crecen.
El estudio no se centró en comportamientos abusivos, sino en familias comunes y corrientes.
Analiza cinco décadas de investigación, en las que participaron más de 160.000 niños; reveló que los niños que son golpeados son más propensos a tener comportamientos de índole antisocial, agresión, problemas de salud mental, dificultades cognitivas y tienden a desafiar a sus padres.
El resultado del estudio concluyó que las nalgadas aumentan las probabilidades de una amplia variedad de resultados completamente negativos, contraproducentes y tóxicos para el desarrollo emocional de los niños.
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En efecto, las nalgadas, palmadas y golpes a los niños tienen el efecto contrario a lo que los padres generalmente quieren hacer: No mejora la moral o el comportamiento y no hace que los niños tengan más éxito.
El reforzamiento positivo de comportamientos alternativos es, de acuerdo a la mayoría de expertos, la herramienta más eficaz para encausar el desarrollo de la conducta de los niños y fomentar la disciplina.