DENVER — Hillary Clinton fustigó a Jeb Bush y otros aspirantes presidenciales republicanos por sus posiciones sobre inmigración y la salud de las mujeres.
Bush es más moderado que el resto de los aspirantes republicanos en el tema de la inmigración y está a favor de conferir status legal a muchos inmigrantes que no tienen documentación para residir legalmente en el país. Sin embargo, Clinton afirmó que el ex gobernador de Florida apoyó medidas que romperían familias y las expondrían a posibles deportaciones, y señaló que al igual que casi todos los aspirantes republicanos, Bush rechaza conceder la ciudadanía a migrantes que están en el país sin permiso para residir en Estados Unidos.
"Lucharé por una amplia reforma migratoria con una senda a una ciudadanía plena y equitativa", dijo Clinton. "No hay lugar en Estados Unidos para una ciudadanía de segunda clase".
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Clinton también criticó a Bush por cuestionar la cantidad que dedica el gobierno federal a la salud de las mujeres, después de unas declaraciones del candidato en otro acto en Tennessee. La campaña de Bush dijo más tarde que había querido decir que el gobierno federal debería dedicar a otra cosa el dinero que asigna a Planned Parenthood.
Clinton, que aspira a la candidatura demócrata, dijo que eso es igual de malo, y señaló que todos los aspirantes republicanos están de acuerdo con Bush. "Cuando atacan Planned Parenthood, ustedes atacan la salud de las mujeres, y cuando atacan la salud de las mujeres atacan la salud de los estadounidenses", dijo Clinton ante vítores de cientos de demócratas reunidos en un club de Denver.
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Con la voz ronca pero actitud combativa, la ex secretaria de Estado arremetió contra el Partido Republicano y se comparó con el sargento ficticio de la policía de Los Ángeles Joe Friday, de la serie de televisión "Dragnet", al prometer que ofrecería "sólo los hechos". Describió el debate del lunes por la noche que celebraron en Nueva Hampshire 14 de los candidatos republicanos como "un recital de políticas desactualizadas, fuera de contacto con el mundo".
La comparecencia de Clinton formaba parte de una apretada agenta con tres actos de recaudación de fondos en Aspen, Denver y sus suburbios.
