Crimen en Aurora

Investigación en el caso de Elijah McClain acusa a los policías y médicos de Aurora de irregularidades

Una investigación independiente sobre el arresto mortal en 2019 de Elijah McClain, de 23 años en Aurora, Colorado, encontró que la policía usó la fuerza sobre el joven sin justificación y que los paramédicos que luego llegaron a la escena le administraron ketamina a base de una "evaluación inflada de su tamaño".

McClain, de 23 años, murió después de una interacción con la policía de Aurora el 24 de agosto de 2019. El departamento dijo que los oficiales fueron llamados al área de ‘’Billings Street y East Colfax Avenue’’ después de recibir un informe de una "persona sospechosa". Fue entonces cuando se encontraron con McClain. Su muerte ha atraído la atención y el escrutinio de todo el país.

El informe del panel también dijo que "ni la persona que llamó ni ninguno de los oficiales involucrados identificaron un crimen que McClain era sospechoso de haber cometido en el momento en que llamó la atención de los oficiales".

Los eventos que llevaron a la muerte de McClain se desarrollaron rápidamente y "la investigación posterior al evento fue defectuosa y no logró desarrollar de manera significativa un historial completo", según el informe.

"McClain llamó la atención de la policía porque una llamada al 911 informó que llevaba un pasamontañas en una noche de verano y agitaba los brazos y gesticulaba", dice el informe.

"A los pocos segundos de salir de sus autos, los agentes usaron fuerza sobre el Sr. McClain, lo que mantuvieron durante un período prolongado, incluidos dos intentos de agarre carotídeo", agrega el informe. "EMS esperó casi siete minutos después de llegar para interactuar con el Sr. McClain, y su primer contacto fue para administrar el sedante ketamina".

El informe también dice que las grabaciones de audio revelan a McClain angustiado haciendo súplicas desesperadas mientras se identificaba ante los oficiales.

"El audio del incidente registra al Sr. McClain gritando de dolor, disculpándose, vomitando y a veces, sonando incoherente", dice el informe. "Sus palabras fueron de disculpa y confusión, no de enojo ni amenaza. Se volvió cada vez más desesperado mientras luchaba por respirar".

Durante la investigación subsiguiente de la Policía de Aurora se expusieron serias preocupaciones y una debilidad significativa en el sistema de rendición de cuentas del departamento, dice el informe.

Los problemas con la investigación sobre la muerte por parte de la Unidad de Delitos Mayores y Homicidios de la Policía de Aurora plantearon algunas de esas preocupaciones, según el informe.

"Las entrevistas realizadas por los investigadores de delitos mayores no formularon preguntas básicas y críticas sobre la justificación del uso de la fuerza necesaria para que cualquier fiscal tome una determinación sobre si el uso de la fuerza estaba legalmente justificado", dice el informe. "En cambio, las preguntas con frecuencia parecían diseñadas para provocar un 'lenguaje mágico' exonerante específico que se encuentra en los fallos judiciales".

Además, el informe ‘’Major Crime’’ presentado al fiscal de distrito y en el que se basó la Junta de Revisión de la Fuerza "no presentó una versión neutral y objetiva de los hechos y aparentemente ignoró la evidencia contraria", según el informe.

El informe también dice que el incidente nunca fue referido a los investigadores de Asuntos Internos, y las políticas actuales impiden que Asuntos Internos inicien investigaciones sin la aprobación del jefe de la Policía de Aurora.

Finalmente, el informe concluye que la revisión realizada por la Junta de Revisión de la Fuerza del departamento fue, en el mejor de los casos, superficial y resumida.

"Sin un examen detallado de la justificación del uso de la fuerza durante todo el incidente, se perdieron oportunidades importantes para identificar problemas y prácticas de reforma", dice el informe.

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