Colorado

“Próximo autor de una masacre”: la aterradora amenaza realizada en 2021 por el sospechoso de tiroteo en bar LGBTQ

Telemundo

COLORADO SPRINGS, Colorado - Un juez de Colorado ordenó este jueves revelar los documentos del arresto en 2021 del sospechoso del tiroteo en un bar LGBTQ de Colorado Springs que cobró la vida de cinco personas y dejó a otras 17 heridas.

En junio de 2021 el sospechoso hizo serias amenazas de bomba y amenazó con convertirse en el “próximo autor de una masacre” todo esto un año antes de supuestamente abrir fuego en el Club Q.

El juez Robin Chittum dijo que el interés público en el caso superaba los derechos de privacidad del acusado Anderson Lee Aldrich. “Este interés es tan significativo que creo que incluso lo llamaría profundo”, dijo Chittum. “Para... ver lo que ocurrió en un caso es muy fundamental para nuestro sistema de gobierno tener ese escrutinio. … Y la única forma de que ocurra ese escrutinio es que se revelen los documentos del arresto”.

Más de un año antes de que la policía dijera que Anderson Lee Aldrich asesinó a cinco personas e hirió a otras 17 en un club nocturno gay en Colorado Springs, al atacante fue arrestado bajo acusaciones de hacer una amenaza de bomba que llevó a la evacuación de unas 10 casas. El caso se abandonó más tarde por razones que aún no se han explicado.

AMENAZA DE BOMBA DE 2021 EN EL CONDADO EL PASO

El sospechoso llenó de balas el cargador de una pistola Glock y bebió vodka, advirtiendo siniestramente a los asustados abuelos que no se interpusieran en el camino de un elaborado plan para almacenar armas, municiones, chalecos antibalas y una bomba casera para convertirse en “el próximo autor de una masacre”.

“Ustedes mueren hoy y los llevaré conmigo”, citaron lo que dijo el sospechoso ese día. “Estoy cargado y listo”.

Así comenzó un día de terror que el acusado desató en junio de 2021 que, según documentos policiales no publicados y verificados por The Associated Press, trajo al equipos SWAT y el escuadrón antibombas a un vecindario normalmente tranquilo de Colorado Springs, obligó a los abuelos a huir para salvar sus vidas y provocó la evacuación de 10 viviendas cercanas para escapar de una posible explosión de bomba. 

El incidente culminó en un enfrentamiento que el entonces joven de 21 años transmitió en vivo en Facebook, mostrando a atacante con equipo táctico dentro de la casa de la madre y amenazando a los oficiales con detonar la bomba antes de rendirse.

Los cargos contra el sospechoso por las acciones de ese día se retiraron por razones que el fiscal de distrito se negó a explicar debido a que el caso estaba sellado y no había ningún registro que mostrara que se incautaron armas bajo la ley de "bandera roja" de Colorado, sin una explicación similar del alguacil. Todo esto podría ser una de las advertencias perdidas más evidentes en la triste letanía de violencia masiva de Estados Unidos porque, solo un año y medio después, el sospechoso estuvo libre para llevar a cabo el plan para convertirse en "el próximo autor de una masacre".

LO QUE SABEMOS SOBRE LA MASACRE EN EL BAR LGBTQ

Vestido con chaleco antibalas y portando un rifle estilo AR-15, el acusado ingresó al club nocturno gay Bar Q justo antes de la medianoche del 19 de noviembre y abrió fuego, matando a cinco personas e hiriendo a otras 17 antes de que un veterano del Ejército luchara contra el atacante para derribarlo e inmovilizarlo.

“No tiene sentido”, dijo Jerecho Loveall, un exbailarín del Club Q que se está recuperando de una herida en la pierna de una de las rondas de bala realizada por el atacante. “Si se hubieran tomado esto más en serio y hubieran hecho su trabajo, las vidas que perdimos, las lesiones que sufrimos y el trauma que esta comunidad ha enfrentado no habrían sucedido”.

“Era absolutamente prevenible”, dijo Wyatt Kent, quien sostuvo la mano de una mujer mientras se desangraba encima de él, y quien también perdió a su pareja esa noche. “Incluso si no se presentan cargos por una amenaza de bomba, tal vez no esté lo suficientemente sano mentalmente para poseer un arma de fuego”.

Algunos abogados con quienes AP compartió los documentos policiales dicen que cuestionaron por qué no se presentaron cargos en el incidente de 2021 dadas las declaraciones detalladas de los abuelos, un tenso enfrentamiento en la casa de la madre y un registro domiciliario posterior que encontró materiales para fabricar bombas que el sospechoso afirmó tener suficiente potencia de fuego para volar un departamento de policía completo y un edificio federal.

Los documentos fueron obtenidos por la estación de televisión KKTV de Colorado Springs y verificados como auténticos por AP por un oficial de la ley que no estaba autorizado para discutir el caso sellado y se mantuvo en el anonimato. Los documentos también incluyeron la orden de un juez de encarcelar a Aldrich con una fianza de $1 millón y una lista del fiscal de distrito Michael Allen de siete delitos "cometidos o juzgables", incluidos tres delitos graves de secuestro y dos de amenazas.

Por su parte, Allen se ha negado repetidamente a comentar por qué esos cargos no prosperaron, citando una ley de Colorado que automáticamente sella los registros en los casos en que se retiran los cargos y le exige que ni siquiera reconozca que existen los registros. La ley se aprobó hace tres años como parte de un movimiento nacional para ayudar a evitar que las personas arruinen sus vidas si los casos se desestiman y nunca se procesan.

Un caso tan preocupante, descartado o no, aún podría haberse utilizado para activar la ley de "bandera roja" de Colorado, que permite a los miembros de la familia o a las fuerzas del orden pedirle a un juez que ordene la eliminación de armas durante un año de personas peligrosas para ellos mismos o para otros, con posibles prórrogas en función de audiencias posteriores.

Pero una revisión de AP no muestra ningún registro de que los abuelos o la madre de Aldrich acudieran a un juez para obtener tal orden. Y tampoco hay constancia de que la agencia que arrestó a Aldrich, la Oficina del Algucail del condado El Paso.

El alguacil Bill Elder, quien se negó a comentar sobre el caso del acusado en 2021, dijo anteriormente que solo quitaría las armas por orden de los miembros de la familia, y se negó a ir él mismo a la corte para obtener permiso, excepto en "circunstancias urgentes".

“No vamos a quitarles la propiedad personal a las personas sin el debido proceso”, dijo Elder cuando la ley estaba a punto de aprobarse en 2019.

Allen, el fiscal de distrito, también criticó la ley de bandera roja mientras se postulaba para el cargo en 2020, y tuiteó que es “una mala excusa para tomar las armas de la gente y no está diseñado de ninguna manera para abordar problemas de salud mental reales y concretos”.

El gobernador de Colorado, Jared Polis, dijo tras el tiroteo en el club nocturno que se debe investigar el hecho de que no le quitaron las armas al presunto atacante. Las autoridades se han negado a decir cómo se obtuvieron las armas utilizadas en el ataque.

“Había muchas señales de advertencia”, dijo a AP el portavoz de Polis, Conor Cahill. “Parece obvio que una ley de Orden de Protección de Riesgo Extremo podría y debería haberse utilizado, lo que habría eliminado las armas de fuego del sospechoso y muy bien podría haber evitado esta tragedia”.

Aldrich, ahora de 22 años, sigue encarcelado sin derecho a fianza enfrenta un total de 305 cargos criminales que incluye la acusación formal de delitos de odio. Los abogados defensores han dicho que Aldrich no es binario y no se identifica estrictamente con ningún género. Los abogados de Aldrich no respondieron a una solicitud de comentarios.

Tanto en la foto policial como en la primera aparición en la corte, el sospechoso, de 6 pies 4 pulgadas y 260 libras, apareció desplomado con profundos moretones y cortes en una cara. Fue un marcado contraste con las muchas fotos sonrientes de niño en la página de Facebook de la madre que desmentían una vida turbulenta marcada por la violencia doméstica, el acoso y los enfrentamientos familiares con la ley.

QUÉ SE SABE DEL PRESUNTO ATACANTE

Los padres del acusado se separaron poco después del nacimiento de su hijo. El padre, Aaron Brink, siguió una carrera como luchador de artes marciales mixtas y actor porno cuando no estaba cumpliendo condena por drogas o impugnando otros cargos, incluida la agresión contra la madre del sospechoso.

En una entrevista después del tiroteo, Brink le dijo a la estación de televisión KFMB de San Diego que había perdido el rastro de Aldrich hace una década y pensó que el niño se había suicidado, hasta que Aldrich lo contactó por teléfono el año pasado. Brink dijo que cuando escuchó por primera vez sobre el tiroteo, le preocupó que el presunto atacante hubiera ido a un bar gay, citando la religión mormona de la familia.

“No somos homosexuales”, dijo Brink, y agregó que ahora lamenta haber elogiado a su hijo por su comportamiento violento cuando era más joven. “La vida es tan frágil y valiosa. Las vidas de esas personas eran valiosas”.

El presunto atacante, nacido Nicholas Franklin Brink, estaba tan avergonzado por el padre, según documentos judiciales de Texas de 2016, que semanas antes de cumplir 16 años, el adolescente solicitó un cambio de nombre formal a Anderson Lee Aldrich.

La presentación se produjo meses después de que el acusado aparentemente fuera objeto de acoso en línea. Una publicación en un sitio web de junio de 2015 atacó a un adolescente llamado Nick Brink. Incluía fotos similares a las del sospechoso del tiroteo y ridiculizaba al joven por tener sobrepeso, no tener mucho dinero y estar interesado en los dibujos animados chinos.

Laura Voepel, la madre, tiene su propio historial de arrebatos y problemas con la ley, incluido un cargo de incendio premeditado en Texas reducido a un cargo menor. Según los informes, fue grabada en un video de julio de 2022 en un aeropuerto lanzando epítetos raciales a una mujer hispana que, según ella, había tardado demasiado en bajar su equipaje de un avión.

Y según un expediente judicial, Voepel fue arrestada apenas unas horas después del tiroteo en el club nocturno del 19 de noviembre por resistirse al arresto y cargos de alteración del orden público. Se había negado a abandonar el departamento donde vivía con Aldrich, según registros del FBI obtenidos por AP. Se la puede escuchar pidiendo ayuda mientras los oficiales la sacan de su casa en un video que les pidió a los vecinos que grabaran.

El comportamiento de Aldrich el 18 de junio de 2021 comenzó, según los documentos policiales sellados, después de que los abuelos convocaran a una reunión familiar en su sala de estar sobre sus planes de vender su casa y mudarse a Florida. El nieto respondió con rabia, diciéndoles que esto no podía suceder porque interferiría con los planes de Aldrich de almacenar materiales en el sótano de los abuelos para “llevar a cabo un tiroteo masivo y un bombardeo”. Los abuelos dijeron a las autoridades que Aldrich amenazó con matarlos si no prometían cancelar la mudanza.

Poco tiempo después, el video del timbre obtenido por AP muestra a Aldrich llegando a la casa de la madre cargando una gran bolsa negra, diciéndole que la policía estaba cerca y agregando: “Aquí es donde estoy. Hoy me muero.”

Otra toma muestra a la madre más tarde huyendo de la casa. “Él me dejó ir”, los documentos policiales la citan diciendo. Ni los abuelos de Voepel ni los de Aldrich, que ahora viven en Florida, devolvieron los mensajes en busca de más detalles.

El próximo arresto de Aldrich vendría 17 meses después y a unas pocas millas de distancia dentro del Club Q.

Contáctanos