Ve al Papa por la ayuda de una desconocida

Saúl Mejía, residente de Colorado, gastó todo su dinero para ir a ver el Papa Francisco a Nueva York.

Emprendió el viaje sin boleto en mano, dispuesto a seguir su fe y rezando para tener buena suerte.

Pero lo que le sucedió fue más que buena suerte, Mejía lo llamó un milagro después de que una desconocida le regaló su boleto para poder ver al Papa Francisco.

“He estado esperando desde las tres de la mañana”, dijo Mejía con la voz cortada y abrazando a la mujer que le dio el boleto.

El llamado “milagro” no se detuvo ahí, ya que otra persona le regaló otro boleto para ver al Papa el viernes, en Central Park.
 

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