México: carteles criminales detrás del robo de combustible

Investigaciones apuntan a que carteles están detrás del lucrativo ilícito.

La seguridad en los ductos y refinerías ha sido reforzada en un intento por combatir el huachicoleo, como se conoce en México al robo de combustible, pero todo esfuerzo parece diminuto ante un delito en el que no solo participan los pobladores que se llevan gasolina en garrafones.

"Ayer nos sacaron de operación la mayoría de los ductos, nos los pincharon. Provocaron fugas, en algunos casos, peligrosas", informó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lidera una cruzada contra ese delito. 

Y es que detrás de ese negocio que le deja a Petróleos Mexicanos pérdidas anuales por más de $3,400 millones de dólares, expertos como Mari Carmen Cendón han encontrado a peligrosas organizaciones criminales que usan a la gente para abastecer este negocio. 

"En este caso la población se encuentra en el margen de la ignorancia, de la necesidad económica, pero también de la falta de valores", dice Cendón.

A decir de las investigaciones sobre el tema, carteles como el del Golfo, el Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa y Los Zetas controlan en sus zonas de operación la ordeña y distribución de gasolina como parte de sus negocios. 

Diversos análisis han comprobado que el huachicoleo es la "caja chica" para los grupos criminales, ya que de ahí abastecen sus necesidades de combustible pero también obtienen millonarias ganancias económicas. 

En los estados donde la ordeña de ductos es cosa de todos los días, los habitantes reconocen la presencia de esas organizaciones delictivas y de quienes trabajan para ellos

"Comúnmente en las colonias ¿no? Se conoce a la gente, quién la vende, quién no, a qué precio y todo", cuenta Guillermo Francisco, uno de la habitantes de Tulancingo, en Hidalgo, el estado donde el viernes ocurrió una explosión en una toma clandestina que suma ya 109 muertos.

Otro hombre dice que “el primo de un amigo” huachicoleaba para el narco porque, como muchos, encontró en esa actividad una forma de sustento.

"Como hay trabajo, si lo hay, pero está muy mal pagado por ejemplo, de albañil ganaba 1,000 (unos $52) pesos a la semana, y de halcones de a 2,000 ($105) mejor se van allá", acota Gabriel Tapia, otro de los habitantes de Hidalgo.

El gobierno federal ya está actuando en contra de esos carteles, los cuales en su disputa por el manejo de ese hidrocarburo generan más violencia.

Contáctanos