El gobierno mexicano no cuenta con los recursos económicos necesarios para responder ante una posible deportación masiva de dreamers, aceptó el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade.
"Si nosotros tuviéramos que enfrentar hoy un incremento en la demanda de matrícula del tamaño del 100% de los dreamers que están fuera, no tendríamos posibilidad presupuestal de acomodarla", afirmó.
Durante un acto en el que el banco español BBVA Bancomer anunció una inversión a México por $ 1,500 millones, el responsable de la política fiscal del país dijo que de lo que sí tienen posibilidad es de vigilar, junto con las universidades, cómo apoyar a jóvenes que vayan regresando.
Explicó que en el tema de los dreamers no hay planes del gobierno de EEUU de promover una deportación masiva, por lo que buscarán apoyar a quienes opten por regresar.
Sin embargo, las autoridades educativas no están tan optimistas como Meade. Enrique Graue, rector de la UNAM -la máxima casa de estudios en el país-, aclaró a qué es lo que se están enfrentado.
"Lo que se nos viene es muy serio, pues podrían expulsar a una cantidad considerable de jóvenes; podríamos tener de repente a 400,000 aquí en México que requerirían alguna forma de continuar sus estudios, y en las instituciones no tenemos, hay que decirlo con toda claridad, espacio para recibirlos".
Graue dijo que la situación de los dreamers se suma al problema interno de tener a cerca de siete millones de estudiantes, entre 18 y 22 años, fuera de la educación superior.