Migración

México dispersa con violencia a cientos de migrantes en el sur del país

Efectivos militares impidieron con violencia el paso de unas 600 personas y videos grabaron las agresiones.

Imagen que muestra a un grupo numeroso de personas migrantes que forman una caravana, no se perciben sus rostros, pero los que van hasta adelante llevan una pancarta con un mensaje que no se aprecia porque está doblada, y se ven algunas banderas de sus países de origen.
EFE

CIUDAD DE MÉXICO - Efectivos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM) dispersaron con violencia a un grupo de varios centenares de migrantes, entre ellos muchos niños, que partió el sábado a pie de Tapachula, en el sur de México y casi frontera con Guatemala, con la esperanza de avanzar hacia Estados Unidos.

El grupo, conformado por haitianos, cubanos y centroamericanos, estaba formado en un inicio por unas 300 personas, pero se fueron sumando más migrantes poco a poco hasta sumar varios centenares.

Su intención era llegar el sábado hasta la localidad de Huixtla, 40 kilómetros (24 millas) al norte de Tapachula, pero por la tarde, cuando comenzó a llover intensamente, las fuerzas de seguridad iniciaron un operativo para bloquearles el paso y dispersarles.

Efectivos de la Guardia Nacional con equipo antidisturbios hicieron barreras humanas cortando la carretera y dividieron al grupo. En algunos casos los migrantes lograron abrirse paso a empujones, algunos pudieron esquivarles y huir campo a través, pero otros fueron detenidos.

Imágenes grabadas por diversos medios, entre ellos The Associated Press, mostraron cómo cómo un agente de migración propinaba patadas a un migrante que estaba ya inmovilizado y en el suelo. Otro video capta cuando un hombre con un niño en brazos es arrojado al suelo y cuando se incorpora, nuevamente es aventado contra el suelo.

Esos y otros videos similares se viralizaron en redes sociales y este lunes, incluso fue compartido por la senador Xóchitl Gálvez, en su cuenta de Twitter, en las que dice que ese tipo de violencia es consecuencia de militarizar a la Guardia Nacional de México.

El sábado por la noche unos 200 de ellos llegaron a Huixtla, según informó Heyman Vázquez, un sacerdote de este municipio que trabaja con migrantes.

El Colectivo de Monitoreo y Documentación de Derechos Humanos del Sureste —un grupo de ONG y académicos que trabaja con los migrantes— denunció en ese mismo momento las agresiones por parte de las fuerzas de seguridad a los migrantes y señaló que hubo menores heridos, aunque sin especificar cuántos ni su gravedad.

Ni el INM ni la Guardia Nacional respondieron de momento a una solicitud en busca de comentarios sobre la violencia ocurrida, que ya fue reprobada por organismos como las Naciones Unidas y grupos de la sociedad civil, además del propio Consejo Consultivo de INM.

El flujo de migrantes desde Centroamérica se ha incrementado desde principio de año y en los últimos días la desesperación había crecido, sobre todo entre la comunidad haitiana varada en Tapachula. Esta semana comenzaron a manifestarse para que se agilizaran sus trámites migratorios y amenazaban con partir en caravana el lunes en caso de no ser atendidos.

El Colectivo de Monitoreo —que tenía personal en el terreno— indicó en un mensaje que muchos migrantes eran solicitantes de asilo “con constancia de Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado” y que esperaban sus citas “desde hace muchos meses en Tapachula”. Agregó que decenas de mujeres migrantes fueron detenidas y subidas a autobuses rumbo a Tapachula.

Generalmente, los migrantes detenidos son llevados a la estación migratoria Siglo XX, situada en esa ciudad.

Este centro de detención fue criticado justo el sábado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por la muerte de dos migrantes en 2019 mientras estaban detenidos en esas instalaciones.

Según su investigación, hubo violaciones “a los derechos humanos a la protección a la salud, a la integridad y seguridad personal, a la vida, al acceso a la justicia y a la verdad, en agravio de las víctimas”. La comisión consideró probado que personal del INM “no cumplió con su obligación de proporcionar a los migrantes atención médica y psicológica de forma oportuna y adecuada” y que hubo “omisiones y una necropsia mal realizada” que reportó de forma errónea la causa de la muerte.

Este año ha habido goteos constantes de pequeños grupos de migrantes caminando por distintos puntos de las carreteras del sur de México, pero este es el primero de varios centenares que aparentemente aspiraba a formar una caravana como las que se dieron antes de la pandemia o las que intentaron salir de Honduras en enero pero no pasaron de Guatemala.

Más de 51,000 solicitudes imponen una cifra récord, dicen autoridades.

Gobierno mexicano guarda silencio, pero despliega más efectivos militares

Justo el sábado por la tarde, mientras algunos migrantes intentaban esquivar a las fuerzas de seguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador se encontraba en Huixtla, participando en un acto en un hospital público en el que no hizo referencia alguna a temas de migración.

Sin embargo, unos días antes hasta ofreció la ayuda de su gobierno al de Estados Unidos después del fallo de la Corte Suprema que llevó a reinstaurar el plan conocido como "Permanecer en México".

El presidente de México dice que su gobierno lleva una buena relación con Estados Unidos y que desea que así continúe.

El gobierno mexicano ha insistido esta semana en que seguirá con su política de contención de migrantes. El secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, enfatizó el viernes que el objetivo “principal” de todo el despliegue del ejército, la marina y la Guardia Nacional es precisamente “detener toda la migración” y “cubrir la frontera norte, la frontera sur con efectivos”.

Según Sandoval, en el sur hay desplegados más de 14,000 militares y de la Guardia Nacional que trabajan junto con otros tantos elementos de seguridad pública desde los límites con Guatemala y Belice hasta el Istmo de Tehuantepec, la parte más estrecha del sur de México.

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