El reciente secuestro de cuatro estadounidenses en una ciudad fronteriza mexicana destaca una práctica común para muchas personas en Estados Unidos: viajar a otros países para recibir atención médica porque no la tienen disponible o porque cuesta mucho menos.
Los cuatro fueron secuestrados durante el viaje a México que, según un pariente, fue para una cirugía estética. Dos de ellos murieron.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Colorado aquí.
Muchos estadounidenses salen de su país para comprar medicamentos recetados, pero también para someterse a procedimientos dentales, cirugía plástica y tratamientos contra el cáncer, dicen los expertos. Además de México, otros destinos comunes incluyen Canadá, India y Tailandia.
He aquí un análisis más detallado de esta práctica.
CRECE EL TURISMO MÉDICO
La cifra de estadounidenses que hacen turismo médico ha ido creciendo desde hace años, según Lydia Gan, economista de la Universidad de Carolina del Norte en Pembroke, quien estudia esta práctica.
Algunas de las personas que más recurren a esta práctica son las que no tienen seguro médico ni planes que les hacen pagar miles de dólares antes de que comience la cobertura.
Incluso los grandes empleadores a veces también envían a sus empleados cubiertos por seguro a otros países para reemplazos de cadera o de rodilla, así como para cirugías bariátricas. Algunos también envían a las personas a México para adquirir medicamentos recetados que son mucho más costosos en Estados Unidos.
El costo es un factor enorme. La atención en países como México puede ser más de un 50% más económica que en Estados Unidos, según Jonathan Edelheit, director ejecutivo de la Medical Tourism Association (Asociación de Turismo Médico, un grupo comercial de la industria sin fines de lucro).
Además, las aseguradoras de salud de EEUU generalmente no cubren las cirugías estéticas, como las abdominoplastias, que cuestan miles de dólares.
A veces los pacientes también viajan porque pueden obtener un acceso más rápido a algún tipo de atención médica fuera de EEUU. También es posible que deseen un tratamiento de un médico que hable su idioma o provenga de la misma cultura.
MILLONES DE VIAJES
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) dicen que millones de residentes viajan anualmente al extranjero para recibir atención médica.
El investigador Arturo Bustamante calcula que antes del COVID-19, alrededor de 400,000 personas viajaban de EEUU a México cada año para recibir atención. El profesor de Política de Salud en la Universidad de California en Los Ángeles sostiene que el número disminuyó debido a las órdenes de quedarse en casa por la pandemia, pero que luego se recuperó rápidamente.
La mayoría de las personas que visitan México para recibir atención son inmigrantes mexicanos o latinos que viven en EEUU, agrega.
Los pacientes no latinos cruzan la frontera sur principalmente para hacerse trabajos dentales, comprar medicamentos recetados o hacerse cirugía plástica o recibir algunos tratamientos contra el cáncer que no están cubiertos en EEUU.
SOPESANDO LOS RIESGOS
Los pacientes que residen en EEUU pueden tomar medidas para disminuir los riesgos de recibir atención en otro país.
Antes que nada, deben prestar atención a las alertas de viaje que publica el gobierno norteamericano sobre sus destinos previstos, advierte Edelheit, el director de la Asociación de Turismo Médico.
También se puede mejorar la seguridad de un viaje si el paciente trabaja con un agente de turismo médico, anota la economista Gan. Los hospitales o los proveedores de atención de salud a menudo hacen que alguien recoja a los pacientes en el aeropuerto y los lleve a su cita médica o al hotel.
Los pacientes también deben investigar la calidad de la atención antes de centrarse en los precios, recomienda Edelheit. Deben saber dónde recibió capacitación su médico potencial y buscar sus acreditaciones o certificaciones. “Realmente necesitan asegurarse de que van con lo mejor de lo mejor”, añade.
También hay riesgos para los pacientes después del procedimiento. Si alguien tiene complicaciones después de regresar a casa, puede ser difícil para su médico en Estados Unidos conocer los detalles sobre la atención recibida durante un viaje.
En caso de que algo salga mal, los pacientes también pueden tener dificultades para demandar a su médico u hospital en México, puntualiza Bustamante.
“Navegar por el sistema suele ser complicado”, advierte.