El Centro de Protección de Animales de Denver (DAP, por sus siglas en inglés) recibió una llamada en la víspera de Año Nuevo de una tienda de artículos de segunda mano donde decían que alguien acababa de dejar un mueble para donar y habían encontrado un gato atrapado adentro.
Uno de oficiales de DAP llegó a la tienda y pudo sacar al simpático gato sin ningún problema. El oficial lo escaneó en busca de un microchip e intentó comunicarse con los propietarios, pero no pudo localizarlos. Más tarde, el oficial recibió una llamada de los dueños que esperaban desesperadamente que ella tuviera su gato.
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Dijeron que estaban en medio de una mudanza y habían donado un sillón reclinable a la tienda de segunda mano sin darse cuenta de que su gato, ‘’Montequlla’’, se había metido por debajo probablemente por el estrés de toda la mudanza que estaba sucediendo en la casa.
Pronto se dieron cuenta de que Montequlla había desaparecido. Dijeron que registraron por toda su casa casi vacía, pero que no pudieron encontrarlo y decidieron regresar a la tienda de donación, por si acaso, momento en el que les dieron la información de contacto del oficial de DAP. Los dueños y su gato se reunieron poco después y estaban muy felices de haberlo encontrado.
