Teñirse el cabello o maquillarse es ahora todo un desafío para las mujeres venezolanas.
La escasez de productos y los altos precios han provocado la desaparición del mercado de lo que necesita una modelo o cualquier mujer para resaltar su belleza.
Venezuela, cuna de reinas de belleza, solía ser el mayor consumidor de productos de belleza en la región, sólo después de Brasil.
Muchas peluqueras y maquilladoras temen quedarse sin negocio cuando no tengan más productos con qué atender a sus clientas.
Según la Asociación de Microempresarios de la Estética de Venezuela, el precio de los productos de belleza ha subido 200% desde el año pasado.
Las venezolanas estaban acostumbradas a productos importados de Europa, pero algunas profesionales se quejan de que hoy en día sólo se consigue material de baja calidad.
Y la escasez también afecta a los hombres, que han tenido que reemplazar el fijador de pelo, por ejemplo, con productos menos convencionales, como el aceite de oliva.